Primer día del Novenario en Honor a Tupasy Caacupé. Tema: Jesús, Maestro y Modelo de Oración Preside Mons. Ricardo Valenzuela Obispo de Caacupé supliendo por motivos de salud, al Mons. Gabriel Escobar, Obispo del Vicariato Apostólico del Chaco Predica: Pbro. Denis Antúnez. Vicario de la Diócesis del Alto Chaco.

Compartimos la Homilía Caacupé 2023 – Vicariato Apostólico del Chaco – 28/11/2023

“Nos convocamos, una vez más, en la casa de nuestra bendita y amada Madre, la Virgen de los Milagros de Caacupé y en este año de la Oración proclamado por la Conferencia Episcopal Paraguaya, y teniendo a Jesús, maestro y modelo de la oración.

Hemos escuchado en la primera lectura, de la carta a los hebreos, San Pablo nos muestra a Jesús como un Sumo Sacerdote grande y al mostrarnos que es un Sumo Sacerdote grande nos invita a que mantengamos la confesión de la Fe, por eso es bueno acercarnos con seguridad al trono de la gracia para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.

Además, está relacionado con el sacramento del bautismo, debido a que como bautizados estamos llamados a ser profetas, sacerdotes y reyes, aquí enfatiza en el sacerdocio, así que debemos obedecer los mandatos de Dios a ejemplo de nuestro Señor Jesús, proclamar la Buena Nueva, y buscar el camino hacia la santidad. Nuestro sumo sacerdote, Jesús, no se queda indiferente ante nuestras debilidades, porque ha sido probado en todo igual que nosotros, menos en el pecado. Por lo tanto, acerquémonos con plena confianza al Dios de bondad, a fin de obtener misericordia y hallar la gracia del auxilio oportuno.

En el Evangelio del día, los discípulos le piden a Jesús: ´Señor, enséñanos a orar….´ La oración es la gran disciplina del cristiano. Y lo diría el mismo Jesús en el Huerto de Getsemaní: ´Vigilad y orad para que no caigáis en tentación´. Él es nuestro mejor entrenador. Hoy, nos ofrece la oración más perfecta, la más antigua y la mejor: el Padre Nuestro. En ella, encontramos los elementos que deben caracterizar toda oración de un auténtico cristiano. Se trata de una oración dirigida a una persona: Padre; en ella, alabamos a Dios y anhelamos la llegada de su Reino; pedimos por nuestras necesidades espirituales y temporales; pedimos perdón por nuestros pecados y ofrecemos nuestro perdón a quienes nos han ofendido; y, finalmente, pedimos las gracias necesarias para permanecer fieles a su voluntad. Todo ello, rezado con humildad y con un profundo espíritu de gratitud.

Nos dice que digamos Padre: vamos a Alguien que sabemos que nos escucha, le hablamos a un Papá bueno, que nos ayuda, que nos recibe, que nos abriga.

Su nombre dice. Pide que sea santificado. El nombre no es solo el nombre propio. Significa: todo lo que es, la totalidad del carácter de la persona que se nos ha revelado. Santificamos, ponemos en el lugar que le corresponde a Dios, su vida, su gracia, su amor. Santificamos el amor, porque Dios es Amor. Santificamos al hermano, porque en él vive Dios. Santificamos la bondad, no la rechazamos. Santificamos nuestra vida, nuestro cuerpo, porque somos imagen de Dios, nos hizo semejantes a Él.

Después, cuando ya hicimos eso de poner a Dios en primer lugar, pedimos por el hoy: danos cada día nuestro pan cotidiano; lo que necesitamos, lo que nos falta. ¿Qué el hoy será consecuencia del ayer que edificamos? Sí, es cierto. También el pan de hoy, es el proyecto de vida que voy haciendo paso a paso.

El Padre nuestro, no nos hace infantiles de creer que el hoy llega de la nada, no nos hace estar sentados, o recostados con las manos detrás de la cabeza pensando: ¡sorpréndeme Dios con el día de hoy! El pan debemos ganarlo y también distribuirlo.

Nos dice que pidamos perdón por lo pasado…perdón a Dios por lo que hemos hecho mal… y lo hacemos teniendo una vara que nosotros mismos ponemos.

Nos dice que pidamos por lo que viene, representado por esto de “y no nos dejes caer en la tentación»… y la tentación puede ser la infidelidad, puede ser la corrupción, puede ser la concupiscencia, puede ser el quitarme la vida porque creo que nada vale la pena, puede ser la tentación de vivir de arriba, de no procurarme un futuro mejor, de no crecer en mi vida de fe, la tentación de ser mediocre. Por supuesto que si digo: no me dejes caer en la tentación, voy a intentar no caer en ella, ¿verdad?…

Si rezamos el Padre Nuestro, es una pequeña dosis de vitaminas que nos hace proyectar el día con la mirada de Dios, si lo hacemos al final del día, es un buen examen de conciencia para pedir perdón por aquellas cosas que hicimos mal, para dar gracia por lo que hemos recibido y para sostener nuestra fe para el otro día, crecer siempre, crecer.

La oración envuelve a la totalidad de la persona y nos ayuda ser consciente y a no estar indiferentes a los que nos rodea, por eso nos preocupa algunos aspectos de la realidad nacional que urgen respuestas:

1 – La renegociación del Anexo C. Años esperamos que llegue el 13 de agosto para que caduque el actual acuerdo, pasó y ¿el actual gobierno está poniendo bajo su mirada estrategias para una buena renegociación?

2 – La violencia que no para, asesinatos, feminicidios, asaltos a gran escala.

3 – El atropello a la Constitución ¿es necesario forzarlo? Hay que respetar la institucionalidad en el Consejo de la Magistratura.

4 – El Acueducto del Chaco costó 130 millones de dólares al estado y no funciona…que tristeza y los que sufren son los más pobres.

5 – Problemas de corte de corriente eléctrica en todo el departamento de Alto Paraguay con perjuicio a la población con la perdida de sus electrodomésticos. Falta la construcción urgente de una Sub-estática en el departamento.

6 – También consideramos necesaria la construcción de caminos de todo tiempo, ya que las comunidades son muy castigadas por la falta de acceso. Estas son nuestras inquietudes y traemos a la oración aquí, a nuestra Madre para que interceda por nosotros, por nuestras autoridades, porque ella nos puede ayudar a salir victoriosos en los momentos difíciles que vivimos, como familia, como sociedad, como nación paraguaya.

Pidamos al Señor que nos ayude a permanecer cada vez más cerca de Él, que, en nuestro acontecer diario, aun en las penas y tristezas nos sintamos fortalecidos, confiados de que nuestra oración al Padre por manos de María Santísima siempre será escuchada”.

Fuente: Dpto.de Comunicaciones Basílica Santuario Nuestra Señora de los MIlagros de Caacupé.

 

Departamento de Pastoral de Radio Cáritas Universidad Católica