MARTES DE LA SEMANA 34° DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Lucas 21, 5-9

“Tengan cuidado, no se dejen engañar

Algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas. Entonces Jesús dijo: “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”. Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?”. Jesús respondió: “Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: ‘Soy yo’, y también: ‘El tiempo está cerca’. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin”. Palabra del Señor.

Meditación

Este evangelio nos enseña lo relativo que puede ser todo lo bello que se encuentra en el mundo. Todo pasa. Las cosas que un día fueron, ya no son; lo que ahora nos admira llegará un día en que no quedará rastro de ello.

Lo único que permanece es Dios. Es lo único que no cambia, que no muta. Ya la carta a los Hebreos nos dice que “Cristo es el mismo de ayer, de hoy y de siempre”. ¿Por qué, entonces, estar tan preocupados por lo que es pasajero? Pongamos nuestra atención y verdadera preocupación en lo que es eterno, en lo que permanece.

Por ello, el apóstol San Pablo decía: “el amor no pasará”. Esforcémonos en cultivar y hacer crecer el amor, es lo único que perdurará, es lo único que les dejaremos a las generaciones futuras.

Gentileza, Arzobispado de Asunción.