Por: Jazmín Maidana 

En el operativo Veneratio, las fuerzas de seguridad lograron reducir y trasladar a Armando Javier Rotela, líder del Clan Rotela, considerado uno de los hombres más peligroso vinculados al microtráfico en todo el país. La detención tuvo lugar dentro de su celda VIP en la penitenciaría de Tacumbú.

Rotela se encontraba en la última habitación de los extensos pasillos de la penitenciaría, acompañado de una mujer embarazada, presuntamente su pareja sentimental, que residía permanentemente con él en la cárcel y al verse acorralado la habría utilizado de rehén. Cerca de las 10:00 h, el narcotraficante fue detenido y luego escoltado fuera de la penitenciaría. En ese momento, expresó, «Por favor, señor Cesar Silguero», mientras los miembros militares lo hacían arrodillar.

Dentro de la celda de Rotela, se descubrieron numerosos elementos que evidenciaban los privilegios que disfrutaba en la penitenciaría y el poder que ejercía. Entre los aspectos más destacados se encontraban la convivencia con su pareja, tres perros de la raza pitbull, varios gallos de riña, un gimnasio y prácticamente un supermercado bajo su supervisión.

Esta captura y el traslado de unos 700 privados de libertad a otras penitenciarías, demuestra la efectividad del operativo Veneratio y la capacidad para desmantelar el crimen organizado. Un golpe significativo que evidencia los privilegios y la influencia que algunos reclusos pueden ejercer dentro de las instituciones penitenciarias, gracias a la corrupción y desidia de algunas autoridades.