La fiscal Teresa Sosa lleva el caso del joven que ingresó a una vivienda con un arma de juguete y terminó muerto de un disparo por el propietario.
La causa es por homicidio, pero se están analizando los elementos para determinar si corresponde aplicar la figura de legítima defensa.
De acuerdo con el relato del hombre que disparó, él se encontraba en su casa cuando escuchó ruidos fuera y salió al patio trasero con su arma de fuego. En un pasillo, se encontró con el joven, quien sacó de su cintura una pistola para amenazarlo, por lo que efectuó un disparo y salió corriendo hacia el interior de la vivienda y llamó a la policía.
“Luego de escuchar el relato, fuimos hasta la casa para verificar. Encontramos el arma de juguete, que, efectivamente, simula una pistola de color negro. El disparo fue de frente, es decir, el fallecido no estaba de espaldas, lo que es un elemento importante”, explicó la fiscal.
Además, constataron que la residencia cuenta con murallas y cerco de metal, por lo que el joven tuvo que haber trepado para ingresar. Solo se efectuó un disparo.