Durante la audiencia, el Papa Francisco reflexionó sobre el misterio de la Visitación, centrando su catequesis en la figura de la Virgen María, e invitó a seguir su ejemplo en salir al encuentro del otro, sin temer a los peligros ni juicios.

El viaje de María hacia Isabel no solo refleja su amor y servicio, sino también su confianza en el “Dios de lo imposible”. Para el Pontífice, la Virgen encarna la actitud de quienes “creen y esperan, concibiendo y engendrando la Palabra de Dios”.

Ese encuentro, según el Santo Padre, simboliza la alegría de la fe y el cumplimiento de las promesas divinas. La voz de María “provoca en Isabel una bendición y una profecía”. Trajo a colación la alabanza de Isabel: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”.

El Papa exhortó a los fieles a imitar la actitud de María, a quien describió como “la mujer del presente, que lleva en su vientre el futuro”.

La catequesis del Papa fue leída por el padre Pierluigi Giroli, funcionario de la Secretaría de Estado, debido a que el Pontífice se encontraba con un fuerte resfriado. “Quiero disculparme porque con este fuerte resfriado me resulta difícil hablar”, expresó Francisco.