San Esteban, Diácono y Protomártir (Siglo I)

Bajo la lluvia de piedras, Esteban ora y dice: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Se arrodilla y grita: “Señor, no les tengas en cuenta este pecado”. Dicho esto, exhala su último suspiro.

Esteban, cuyo nombre, en griego, significa “coronado”, es el primer mártir de la Iglesia. No por casualidad es recordado al día siguiente de la Navidad. Los cristianos recogen su cuerpo y le dan sepultura. Desde aquel momento, la historia de las reliquias de san Esteban entran en la leyenda, reivindicadas como propias por un amplio número de naciones.

Con todo, no sabemos nada del origen de Esteban, cuyo nombre hace pensar en un griego o en un judío educado en la cultura helenista. Lo seguro es la estima que la comunidad cristiana le tiene, al punto de señalarlo como el primero de los diáconos.

Según las Escrituras, la comunidad ha crecido al punto de necesitar de una sólida organización económica. Sus miembros viven en la comunión de los bienes y todo es puesto libremente a los pies de los apóstoles, quienes se proveen según las necesidades de cada uno.

Los apóstoles establecen que esta tarea la deben desarrollar siete hombres de buena reputación. El primer elegido es Esteban, quien, además de emplearse en cuestiones administrativas, ofrecerá una importante contribución a la predicación, sobre todo, entre los judíos de la Diáspora. (exiliados).

Los judíos helenistas, preocupados al ver a sus connacionales que entran en la nueva fe, sublevan al pueblo y acusan a Esteban de “blasfemar contra Moisés y contra Dios”. Llevado fuera de Jerusalén, Esteban es lapidado en el valle del Cedrón, mientras el joven Saulo (san Pablo) cuida los abrigos de los presentes.

Luego de su muerte, los cristianos sufren las primeras persecuciones y huyen de Palestina, para difundir la buena nueva entre los judíos y los paganos.

Es considerado el patrono de los talladores de piedra, de los albañiles y de los carpinteros. Es invocado contra el dolor de cabeza y la migraña.

 

 

Departamento de Pastoral de Radio Cáritas Universidad Católica