Por Renatto Zárate

La jefa de cardiología del Hospital Acosta Ñu, Dra. Nancy Garay, comento a Radio Cáritas-UC, el caso de un niño de 5 años que se encuentra esperando un nuevo corazón. Mientras llega el órgano, deberá ser conectado a un corazón artificial este jueves. Aguarda hace ya dos años en la lista de espera de donantes, esta situación refleja la baja taza de donantes que tiene nuestro país.

La Dra. Garay mencionó que el paciente “está en la unidad de cuidados intensivos basculares. Está en fase terminal y este jueves se va a conectar a un corazón artificial para ganar más tiempo y encontrar un donante”. Este aparato se conecta a los ventrículos de dicho órgano, «con el fin de bombear sangre a las partes más importantes del cuerpo que necesiten oxígeno y nutrientes, siendo una ayuda extra al corazón». Con esta máquina es posible mantener con vida a los pacientes, pero no está exentó de problemas, corriendo el riesgo de coagular la sangre al entrar en contacto con el aparato.

“Nuestra taza de donación se encuentra por debajo de la media de la región. Mientras países vecinos cuentan con 18 a 36 donantes por millón de personas, nuestra media está por debajo de los 3 por millón de personas”, lamento Garay. Entre las principales razones de la baja taza de donantes se encuentra la poca o nula educación, falta de concientización a la ciudadanía y más. Cuando el donante es un menor de 18 años, se dificulta más porque depende los padres, tomar esta decisión. Para tener una operación exitosa es preciso atender la compatibilidad sanguínea y el estado del órgano al momento de realizar la donación.