LUNES DE LA SEMANA 23° DEL TIEMPO DURANTE EL AÑO

Evangelio según San Lucas 6, 6-11

“Levántate y quédate de pie delante de todos”

Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si sanaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: “Levántate y quédate de pie delante de todos”. Él se levantó y permaneció de pie. Luego les dijo: “Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?”. Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: “Extiende tu mano”. Él la extendió y su mano quedó sana. Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús. Palabra del Señor.

Meditación

En el Antiguo Testamento encontraremos que se prohíbe trabajar en día sábado (cf. Éx 20,8-10) imponiendo severas penas, hasta la muerte, para quienes hacen alguna cosa prohibida en ese día (cf. Éx 31,14-15). Los maestros de la Ley enseñaban que se podía sólo hacer lo necesario para salvar a una persona que estuviera en peligro de muerte. Por tanto, el hambre de los discípulos (cf. Lc 6,1-5) o la parálisis de un brazo (cf. Lc 6,6-11) no estaba en la categoría de peligro de muerte. Aunque Jesús les enseña que se puede hacer todo lo que redunde en el bien del ser humano.

Dirá incluso que dejar de hacer el bien, aunque sea por respetar el sábado, sería lo mismo que hacer el mal (cf. Lc 13,10-17). Pero lo que Jesús hace, curar en día sábado es una violación de lo mandado en el Antiguo Testamento, y es una falta grave que merece la muerte (cf. Lc 6,11). Sin embargo, Dios es Dios no de la muerte, sino de la vida (cf. Lc 20,38), que dignifica al ser humano en todas sus dimensiones y no procura su destrucción o muerte, sino su dignificación o vida plena. Hay personas paralizadas por la pereza, por la incertidumbre, desconfianza, sequedad, aridez y la incapacidad de salir de sí para ser un agente misionero sirviendo con amor.

Los escribas y fariseos estaban observando atentamente a Jesús para ver si le sorprendían en algo que luego lo pudiesen acusar o criticar, teniendo malas intenciones. Por otro lado, Jesús cura en sábado porque para Él era más importante el servicio, es la primacía de la caridad, poniendo la persona al centro, que cumplir sólo externamente una ley; es decir, la ley debe estar al servicio de la persona, la debe favorecer, ayudar y que ella sea cada vez mejor.

Perdón Señor porque muchas veces tenemos paralizados el amor y la misericordia con la que tenemos que servir siempre y a todos. Ayúdanos a tener un corazón compasivo y lleno de tu Amor para obrar con gestos y palabras procurando el bien de los hermanos que más necesitan. Gracias por enseñarnos que el ser humano es lo más importante y no las leyes, los bienes o proyectos que se presentaren y porque curas nuestras manos para servir con amor a aquellos que necesitan mucho amor. Amén.

Gentileza, Arzobispado de Asunción