La imagen del pesebre inspira las palabras del Papa que en su catequesis cuestiona el frenesí materialista de regalos y distracciones que impiden volver a lo esencial, reconducirnos a Dios. La sobriedad y el asombro ante el pesebre nos lleva a esa “alegría que desborda el corazón” cuando se toca con la propia mano la cercanía de Jesús, la ternura de Dios.

“Las personas antes que las cosas” es lo que la Navidad debería suscitar en nuestras vidas. Personas sencillas que como en el pesebre se postran ante la extrema humildad del Señor, en una pobre gruta de Belén. Esta es la prioridad para el Papa, que hoy en su catequesis de la Audiencia General de este miércoles, habló ante la numerosa platea de fieles y peregrinos presentes en el Aula Pablo VI, sobre el verdadero significado de la Navidad y de cómo, a través del pesebre, salir de la vorágine consumista y superficial, para adentrarnos en lo esencial y percibir la cercanía de Dios de manera concreta.

 

Fuente: Vatican News