El economista, Raúl Monte Domecq, criticó el uso del índice de inflación del Banco Central del Paraguay (BCP) para ajustar el salario mínimo, ya que el mismo no tiene en cuenta el consumo real de una familia tipo trabajadora. Según registra, el déficit actual del salario mínimo es del 25%, sugiriendo que el costo de vida real podría ser hasta un 30% superior al mínimo actual.

Manifestó que el papel del Consejo Nacional de Salarios Mínimos (Conasam), en la economía y en las políticas públicas del Estado paraguayo, es prácticamente nulo. Monte Domecq subraya que la ley establece un reajuste automático del salario mínimo basado en el índice del BCP, medido de mayo a mayo, lo cual considera incorrecto porque debería ser de junio a junio, debido a que el reajuste entra en vigor el primero de julio de cada año.

Históricamente, el primer reajuste salarial en junio de 1989 situó el salario mínimo en 164 mil guaraníes. Si se aplica el índice del BCP a este valor, la inflación acumulada en 35 años es del 1.932%. Por lo tanto, plantea que el salario mínimo actualizado debería ser de 3.345.000 guaraníes, ya que existe una pérdida anual de casi 700.000 guaraníes que nunca se recupera, un retraso del 25%.

Finalmente, Monte Domecq resalta la necesidad de que el Estado ofrezca servicios públicos de bajo costo o gratuitos, como educación y salud, sectores que han experimentado una “virtual privatización y un debilitamiento institucional en la calidad de sus servicios”