Santa Margarita de Escocia, Reina (1054 -1093)

Era hija del rey Eduardo, quien se vio en la necesidad de huir de Inglaterra cuando el rey Canuto de Dinamarca invadió el país. Al caer Inglaterra en manos de Guillermo el Conquistador, Margarita se refugió junto con sus hermanos en Escocia, cuando era monarca en aquella época Malcolm III quien luego la tomó como esposa.

Margarita era una mujer muy piadosa, y sobresalía por su bondad y caridad para con los pobres y necesitados, pues los atendía en su propio palacio y se despojaba de sus joyas y de cuanto poseía por ayudarlos.

Fundó varias iglesias, entre ellas la Abadía de Dunfermline que poseía una reliquia de la cruz verdadera donde fue crucificado Jesús. Influyó notablemente en el comportamiento de su esposo, pues era de temperamento difícil, pero con su ejemplo y su testimonio de vida él cambió radicalmente y se convirtió en un buen rey.

Tuvo en total ocho hijos, dos de ellos, Margarita y David I, rey de Escocia, fueron santos. Margarita logró que se estableciera un Sínodo donde se obtuvieron reformas importantes dentro de la Iglesia, como por ejemplo el ayuno durante la Cuaresma, la observancia de la Comunión en la Pascua y los abusos que se cometen en el matrimonio.

Sucedió que el rey Guillermo, el Rojo, de Inglaterra invadió el reino de Northumbria, uno de los reinos menores de Escocia, por lo que el rey Malcolm III organizó un ejército para poder reconquistarlo. Durante la guerra, el rey y uno de sus hijos murieron asesinados en una emboscada, el 13 de noviembre de 1093. Días después, sumida en la tristeza y la enfermedad, Margarita fallece, el 16 de noviembre de 1093, a los 47 años de edad.

 

Fue canonizada en 1251, por el Papa Inocencio IV.

 

Hoy también se recuerda a san Giuseppe Moscati.

 

Departamento de Pastoral de Radio Cáritas Universidad Católica