San Mauricio, mártir (Siglo III)

Mauricio, cuyo nombre significa, en griego, “moro”, “bruno”, era un soldado de la Legión Tebana, quien sufrió el martirio –junto con sus compañeros (Exuperio, Cándido, Víctor, Inocencio y Vidal) y con otros soldados cristianos, originarios de la Tebaida, en el Alto Egipto- cerca de Agaune, en Suiza (la moderna Saint-Maurice, en Valois), entre el 286 y el 302.

En el 286, estalla en Galia una revuelta y Diocleciano encarga a su colega Maximiano la tarea de restablecer el orden y la sumisión. Entre las tropas enviadas, se encuentran las de la Legión Tebana: cerca de 6.500 hombres, todos cristianos. Los ejércitos imperiales contaban con un gran número de cristianos, quienes eran considerados los más fieles.

Atravesados los Alpes, Maximiano prepara un solemne sacrificio a los dioses y lo impone a todos los soldados: toda la Legión Tebana se niega a cumplir con este gesto.

Mauricio, comandante de la legión, manda decir a Maximiano que su fidelidad a las enseñanzas del Señor es también la más segura garantía de lealtad hacia el emperador, y es el primero en ser ejecutado.

Los compañeros de milicia de las otras legiones intentan persuadirlos, porque tal desobediencia acarreaba la intervención de los lictores, una especie de policía militar.

Como los legionarios persisten en su negativa, se ordena una primera diezmación: las trompetas retumban al unísono y un soldado sobre diez, al azar, es decapitado. Los demás no desisten y se procede a una segunda diezmación. Los jefes siguen firmes en su propósito, hasta que toda la legión es exterminada. Como no bastan los hombres para ejecutar las decapitaciones, es llamado forzosamente a las armas Víctor, un veterano en retiro, quien se niega a tomar parte activa en el exterminio y sufre la misma suerte.

Mauricio ha sido escogido como protector de diversas Órdenes caballerescas medievales, la más famosa es precisamente la Orden de san Mauricio.

San Mauricio es patrono de la guardia suiza vaticana, de los militares y de los ejércitos italiano, francés y belga.

 

Hoy también se recuerda a los santos Tomás de Villanueva y Silvano.

 

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