San Atanasio de Alejandría, obispo del siglo IV, luchó contra las injusticias que amenazaban la ortodoxia cristiana.

Nació en Alejandría en el año 295, desde temprana edad Atanasio fue testigo de las persecuciones hacia los primeros cristianos.

Su lucha principal fue contra el arrianismo, que negaba la divinidad de Cristo.

A pesar de las persecuciones y exilios que sufrió, nunca renunció a su fe ni dejó de proclamar la verdad sobre Cristo.

Atanasio pasó años en el exilio. Escribió numerosas cartas y tratados teológicos, defendiendo la ortodoxia frente a las adversidades. Finalmente, tras 45 años de episcopado, regresó a Alejandría, donde fue recibido con júbilo por su pueblo.