En 1842, el consulado de Don Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonso vio la necesidad de proclamar oficialmente la independencia del Paraguay, ante la negativa de la Confederación Argentina de reconocerla, pese a que había sido una cuestión de hecho desde 1811.
Argentina tardó 10 años desde esa proclamación en reconocer la existencia de la República del Paraguay como estado independiente y lo hizo debido a un cambio político en su gobierno. El reconocimiento por parte del Imperio del Brasil, en 1844, fue clave para consolidar la figura paraguaya en el plano internacional, explicó Ricardo Scavone, de la Academia Diplomática.