En la Santa Misa de la toma de posesión de la Basílica de San Juan de Letrán como Obispo de Roma, el Papa León XIV, agradeció el trabajo realizado en la diócesis de Roma y por convertirla en una “gran casa abierta y acogedora”. Se comprometió a ingresar en el proyecto “a la escucha de todos, para aprender, comprender y decidir juntos”, ofreciendo, en sus palabras: “todo lo poco que tengo y que soy”.
Remitiéndose al trabajo realizado por los primeros apóstoles en la evangelización, partiendo de la escucha entre ellos y al Espíritu Santo. Hoy la Iglesia, y él, como Obispo de Roma, deben actuar igual: con oración, diálogo, y buscando la conversión continua.
En otro momento, elogió y agradeció a la diócesis de Roma por el camino construido basado en la escucha para abrazar una realidad rica y compleja. Camino, en el cual, el Santo Padre se suma con el compromiso de escuchar, aprender y decidir juntos. Citando al beato Juan Pablo I en 1978:
“San Pío X, al entrar como Patriarca en Venecia, exclamó en San Marcos: “¿Qué sería de mí, venecianos, si no os amase?” Algo parecido digo yo a los romanos: puedo aseguraros que os amo, que solamente deseo serviros y poner a disposición de todos mis pobres fuerzas, todo lo poco que tengo y que soy”, de la misma manera, el Papa León XIV, se puso a disposición:
“También yo quisiera expresarles todo mi afecto, con el deseo de compartir con ustedes, en el camino común, alegrías y dolores, fatigas y esperanzas. Del mismo modo, les ofrezco “todo lo poco que tengo y que soy”, y eso, lo confío a la intercesión de los santos Pedro y Pablo”, expresó.