Esmelda Leguizamón denunció que el diputado Orlando Arévalo la estafó al no pagarle la totalidad del precio acordado por su vivienda en 2012. Explicó que intentó venderle la casa, que había heredado de su madre, por 130 millones de guaraníes, pero solo recibió unos 70 millones en pagos irregulares.

Según Leguizamón, nunca obtuvo un documento que respaldara el pago completo, lo que le impidió tomar acciones legales. “Me daba en partes. Yo necesitaba el dinero, iba a pedirle y muchas veces me cerró la puerta en la cara. Sufrí maltratos de su parte”, expresó.

Relató que le hicieron firmar un contrato privado bajo presión en una escribanía en el barrio Obrero. Contó que, en ese momento, estaba rodeada por tres personas: el escribano, el supuesto comprador Nelson Rodríguez (entonces colaborador de Arévalo) y el propio diputado. Mencionó que confió en la palabra de Arévalo y terminó firmando. “Firme porque atravesaba dificultades económicas y no tenía trabajo”.

Leguizamón denunció que la vivienda que vendió se encuentra en el terreno donde hoy Arévalo estrena su gran mansión en Lambaré, tras comprar tres lotes contiguos, su terreno se encuentra en el medio mismo. Ahora, la mujer se está asesorando legalmente y anunció que esta tarde se reunirá con su abogado.

Esmelda Leguizamón