Nuestra Constitución y nuestra historia hablan de la estrecha relación de la nación paraguaya con el ancestral idioma guaraní, que si bien nos pertenece, en la época precolombina conquistó un territorio de influencia mucho más allá de nuestras actuales fronteras.

Según David Galeano, presidente del Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní, la Gran Nación Guaraní se extendió desde el Caribe (que en realidad se pronunciaba Karai-ve), pasando por la Guayana (que significa “pariente”), hasta territorios del Brasil, Argentina y Uruguay.

“En Paraguay permaneció la mayor cantidad de guaraní hablantes en la región y el guaraní es paraguayo incluso por nuestra Constitución. Mitre llegó a decir que si querían destruir al Paraguay debían destruir primero el Guaraní”, expresó.

En cuanto al nombre de Paraguay, la versión más aceptada es que significa “Para” (mar), “gua” (lo que desaparece) e “y” (río): “río del mar que desaparece” y haría referencia a la desaparición de un mar milenario que antes ocupaba el territorio chaqueño.