Ariel Andino, director de la Policía Municipal de Vigilancia, aseguró que trataron de conversar de manera amigable con los autodenominados cuidacoches para que abandonen sus prácticas de extorsión a los ciudadanos que estacionan en áreas públicas.
Cuando vieron que no se podía de esa manera, se unieron con la Policía Nacional y llevaron a cabo despejes y detenciones. Se encontraron con que muchos tenían frondosos antecedentes y órdenes de captura.
“No quieren cumplir horario ni tener patrón. La Muncipalidad ofrece cursos de capacitación con salida laboral rápida, pero tampoco se van”, manifestó.