San Benito Biscop, abad y confesor (628 -690)

Se llamaba Biscop Baducing. Él había nacido en Northumbria hacía el 628, en una noble familia anglosajona. Aún muy joven, entra a hacer parte de la corte del rey Oswiu, quien siempre lo estimó mucho.

A los veinticinco años renuncia a todo y viaja a Roma, para recibir del Papa el mandato de predicar el Evangelio. En Lérins, en ese entonces uno de los monasterios más florecientes en santidad y en ciencia, se detiene cerca de dos años, con el objetivo de estudiar su modelo de vida y sus reglas monásticas.

La regla benedictina, observada en aquel lugar por los monjes de Fleury, había encontrado un terreno fértil. Aquí toma los votos y recibe el nombre de Benito. No se contenta con estudiar modelos de vida para reproducirlos en su patria, sino que busca textos de teología, ornamentos, misales y objetos sagrados, importando en Northumbria la cultura eclesiástica romana.

Vuelve a Irlanda con mucho saber y –algo muy de moda-, con varias reliquias de santos. Realiza así, un benéfico injerto de santidad en su isla.

Benito ruega al Papa Agatón que le envíe al archicantor de la basílica de San Pedro, el abate Juan, de modo que la liturgia y el canto romano puedan ser asimilados por sus monjes, quienes han sido reunidos en los monasterios de Wearmouth y Jarrow, dedicados naturalmente, uno a san Pedro y otro a san Pablo.

Muere el 12 de enero del 690, a la edad de sesenta y dos años. Sus últimas exhortaciones están dirigidas a la más exacta observancia de las reglas: “Hijos míos, dice, no consideren como una invención la constitución que les he dado. Después de haber visitado diecisiete monasterios, cuyos usos y leyes me apliqué a estudiar, hice una selección de todas las reglas que me han parecido mejores, y esta es la que les he dado”.

“Bendito en su nombre y en sus hechos”, lo define Beda el Venerable, pues le fue confiado a él, por sus padres, a los siete años, para que cuidara de su formación, convirtiéndolo en su más ilustre discípulo.

Es patrono de los benedictinos ingleses.

Hoy también se recuerda a los santos Modesto, Cesira y Arcadio.

 

Departamento de Pastoral de Radio Cáritas Universidad Católica