Santa Margarita Alacoque, Religiosa (1647 – 1690)

“El deseo de nuestro Señor es que su Sagrado Corazón sea honrado con el fin de renovar, en las almas, los efectos de su redención”. Esta es la intuición de Margarita María Alacoque, quien contribuirá al nacimiento de la devoción al Sagrado Corazón y quien permitirá –en un período histórico en el que la liturgia todavía es en latín y en el que la teología es una materia abstracta- acercar al pueblo más sencillo al mensaje evangélico.

Nacida en Borgoña, en 1647. Es hija de un notario y huérfana a temprana edad. Encuentra en el Colegio de las Clarisas de Charolles un ambiente ideal para estudiar y formarse cristianamente. Surge, en ella, el deseo de consagrarse a la vida religiosa. Después de una larga enfermedad, a la edad de 24 años, y contra el parecer de la familia, entra en el convento de Paray-le-Monial.

El 27 de diciembre de 1673, mientras está de rodillas en la capilla, tiene la primera de una serie de apariciones, en las que, como afirma, habla con Jesús y recibe mensajes precisos.

En 1647, ve inmerso en un mar de luz el Corazón del Salvador, con la cruz encima y “rodeado por una corona de espinas, que simbolizan las heridas infringidas por nuestros pecados”. El mismo año, el viernes siguiente a la fiesta del Corpus Christi, Jesús le pide que los fieles pasen en adoración, durante una hora, la noche anterior al primer viernes de cada mes.

Durante otra aparición, ocurrida en 1675, Jesús le había confiado que quería dedicar el viernes siguiente al Corpus Christi, al culto de su Corazón, dándole también el nombre del sacerdote que la ayudaría en esta tarea. Una indicación decisiva que llevará al padre Claudio de la Colombiére, superior de los jesuitas de Paray, a emplear todos los medios, para difundir las nuevas prácticas devocionales. El 17 de octubre de 1690 Margarita muere, a la edad de 43 años, sin conocer el éxito de su obra en la Iglesia: haber hecho florecer, de nuevo, la verdadera imagen de un Dios, que revela, en el corazón de carne, el Verbo hecho hombre.

Es invocada para curar las várices.

Hoy también se recuerda a San Eduvigis

 

Departamento de Pastoral de Radio Cáritas Universidad Católica.