El ministro de Educación, Luis Ramírez, explicó que el 50 % de las conexiones neurológicas que se dan durante los primeros 5 años de la infancia se deben a la alimentación y el otro 50%, a los estímulos, entre los que la palabra tiene un papel destacado. En ese sentido, destacó el programa de oralidad y escritura Ñe’éry, que vendría a complementar Hambre Cero.
“La interacción y la presencia del maestro en los primeros años de vida es vital para el desarrollo humano. Paraguay es el primer país latinoamericano en el que se implementará esto y que arrojará resultados sobre su eficacia”, explicó.
Además, están coordinando con el Ministerio de la Niñez que dentro de los locales escolares se abran centros de atención a la infancia. Asimismo, las denominadas “maestras mochileras” recorrerán las comunidades para enseñar a los niños y al mismo tiempo educar a los padres para que aprendan a estimularlos.