En una conexión dúplex entre Radio Cáritas y Radio América, los comunicadores, Rodrigo Pedrozo y Aníbal Gómez, realizaron un recuento de hechos vinculados al presunto narcotraficante Clemencio “Gringo” González, quien fuera acribillado de 37 disparos dentro de su inquilinato en la ciudad de Pedro Juan Caballero en la mañana del domingo.

González pertenecía a la vieja camada de hombres fuertes en el mundo del narcotráfico, “la justicia complaciente que tenemos lo tenía a él en libertad y terminó muerto de la peor forma”, lamentó uno de los comunicadores.

No difería mucho del resto de sus pares en el submundo. En su mansión, contaba con una réplica de la Basílica de Caacupé, con la cual se ensaña y termina disparando, tras el fallecimiento de su hermano en un accidente de tránsito. Acto seguido, asesinan a un chofer de colectivo implicado en ese accidente y los rumores apuntan a “Gringo” como el responsable del hecho.

En el 2010, en una de sus estancias, denominada “8 de Diciembre”, ubicada en Lorito Picada, la fiscalía incauta 500 kilos de cocaína, de alta pureza, pero extrañamente no lo involucraron en el allanamiento. Posteriormente, simulan un robo dentro de la jefatura de la policía de Amambay y desaparecen 252 kilos de cocaína, en ese momento, volvió a sonar su nombre, pero nunca se esclareció.

El 21 de septiembre de 2023, asesinan a su hijo en pleno centro de Pedro Juan Caballero, ante varios testigos, el narcotraficante, se mezcló entre la gente y “dicen que toco la sangre de su hijo y se lo pone en el pecho. Una especie de santo y seña como una jura de venganza”. Tras esto, varios pobladores abandonaron la ciudad.

Tiempo después se lo relacionó con un crimen en un establecimiento rural en la Colonia Piky, a 60 km de Pedro Juan Caballero, que terminó con la ejecución de seis personas.

Los comunicadores mencionaron que el asesinato de “Gringo” los tomó de sorpresa, debido a la tensa calma por la cual estaba transitando la ciudad en los últimos meses.