L’Osservatore Romano entrevistó a Amal Jadou: «El Papa Francisco, por su reconocida autoridad moral, por su sensibilidad hacia las causas de los débiles y oprimidos, es muy importante hoy».

por Roberto Cetera

Amal Jadou, tras una larga carrera diplomática, es viceministra de Asuntos Exteriores del Gobierno del Estado de Palestina desde 2019. Hemos hablado con ella en su despacho de Ramala.

Desde su atalaya, ¿qué posibles acontecimientos ve en las próximas horas, y días?

Desde luego estamos muy preocupados por una evolución del conflicto que lleve a un mayor derramamiento de sangre inocente que se sume al horror que ya hemos visto en los últimos días. Por supuesto, nos preocupa sobre todo la suerte de nuestro pueblo, tanto en Gaza como en Cisjordania. Palestina está pagando un enorme tributo de sangre entre la población civil. Mujeres, ancianos, niños, discapacitados: la violencia de las tropas israelíes es ciega y no tiene consideración por nadie. Pero, sobre todo, nos preocupan las reacciones de la comunidad internacional, que parecen estar marcadas por el silencio, o por un neutralismo que olvida el sufrimiento que el pueblo palestino soporta desde hace 75 años. Me llama la atención que desde muchos frentes se pida la creación de corredores humanitarios, que, aunque útiles, presuponen la inevitabilidad de la guerra, pero nadie pide enérgicamente un alto el fuego inmediato.

Excepto el Papa Francisco

Sí, excepto el Papa Francisco.

Estamos ya en la cuarta semana de guerra y la anunciada invasión de Gaza por las fuerzas armadas israelíes aún no se ha materializado.

Israel lleva días declarando la inminencia de una operación terrestre, pero hasta ahora no se ha materializado. Creo que son plenamente conscientes de que no será fácil entrar en Gaza y aún más difícil salir. Son muy conscientes de que el impacto sobre la población civil sería sangriento y terrible. Creo que las opiniones y sugerencias de Biden han desempeñado un papel en este retraso. Los estadounidenses tienen recuerdos de las consecuencias que siguieron a su entrada en Afganistán o Irak. Catástrofes que sugieren que Israel debería reflexionar detenidamente sobre lo que podría ocurrir si los soldados israelíes entraran y, sobre todo, permanecieran dentro de Gaza.

Si la comunidad internacional consiguiera imponer un alto el fuego, ¿estaría su gobierno dispuesto a asumir la administración de Gaza?

No creo que esta pregunta tenga sentido hoy en día. Los acontecimientos actuales nos plantean ahora otra cuestión prioritaria, que esdetener la escalada de violencia innecesaria que Israel está desatando contra nuestro pueblo. Nadie puede dudar de la voluntad mostrada por mi Gobierno, a lo largo de los años, hacia un futuro pacífico para toda la zona, y nuestra actitud de diplomacia y mediación no se cuestiona. Pero esta actitud nuestra se ha visto frustrada por la obstinada determinación de Israel de negar el legítimo derecho de los palestinos a tener su propio Estado libre e independiente.

¿Ha cambiado su relación con Hamás desde el 7 de octubre?

Mire, Hamás es para nosotros un partido político palestino, que tiene un brazo político y otro militar. Y es un partido que tiene su propia representación electoral. Dicho esto, no creo que sea pertinente hoy analizar las distinciones dentro del pueblo palestino. Los que están bajo el bombardeo salvaje de Israel en estas horas no discuten estas distinciones. Nos sentimos, como pueblo, unidos en un sentimiento común de dolor, frustración e indignación por lo que estamos sufriendo. Sin embargo, me gustaría recordarle, en respuesta a su pregunta, que la OLP es la única representante legítima del pueblo palestino, y que el horizonte de los dos Estados sigue siendo nuestro objetivo estratégico.

Evidentemente, todo el mundo tiene los ojos puestos en Gaza, pero desde su sede en Ramala, ¿podría ponernos al día sobre la situación en Cisjordania?

De hecho, la perpetración de agresiones y violencia continuas, a diario, en Yenín, en Nablús, en Betlem, en Hebrón en toda la Cisjordania ocupada está pasando lamentablemente a un segundo plano. Ya son decenas los asesinatos perpetrados por los israelíes en Cisjordania desde el 7 de octubre. Nos preocupa especialmente la creciente presencia, junto al ejército israelí, de equipos de colonos civiles armados que llevan a cabo atroces actos de violencia ante la mirada indiferente de los militares. Igualmente, nos preocupa mucho que el cierre de los puestos de control impida a miles de trabajadores palestinos acceder a sus puestos de trabajo, que les garantizan una subsistencia mínima en esta crisis. Yo mismo, a pesar de mi estatus diplomático y gubernamental, llevo 20 días encerrado en Ramala y sin poder llegar a mi familia en Bethlem. Quisiera concluir con un llamamiento al Papa Francisco: por su reconocida autoridad moral, por su sensibilidad hacia las causas de los débiles y oprimidos, su voz a favor de un alto el fuego inmediato es hoy muy importante.

Fuente: Vatican News