Los votantes holandeses acudían a las urnas el miércoles, último día de las elecciones parlamentarias, consideradas como una prueba de la gestión de la epidemia por parte del actual gobierno y que se espera den al primer ministro Mark Rutte otro mandato.

Los primeros electores votaron a las 07h30 (06h30 GMT), indicó un periodista de la AFP. Los colegios cerrarán a las 21h00 horas (20h00 GMT) y las primeras estimaciones se esperan poco después.
La votación de tres días, que comenzó el lunes, se está llevando a cabo en lugares inusuales como museos y centros de test de toda Holanda, donde la gente puede votar en bicicleta o en coche.
El liberal-conservador Mark Rutte, en el poder desde 2010, será muy probablemente reelegido para un cuarto mandato, en un momento en el que el coronavirus desvió la atención de otras cuestiones como la inmigración, que dominaron las elecciones anteriores.
“Estoy orgulloso de lo que hemos conseguido en los últimos 10 años en Holanda”, una de las economías con mejores resultados de Europa, dijo Rutte a los periodistas presentes.
“La cuestión principal en estas elecciones es quién puede dirigir mejor este país a través de la crisis del coronavirus y luego darle un nuevo comienzo a partir del verano (boreal)”, añadió.
Los candidatos se enfrentaron en un último debate televisado el martes por la noche con Rutte y los líderes de los otros siete grandes partidos, incluido el diputado anti-islam Geert Wilders, líder del Partido de la Libertad (PVV), el mayor partido de la oposición.
Antes de votar el miércoles, Wilders, que espera mantener su condición de segundo partido en el Parlamento, criticó la gestión de la crisis por parte del gobierno.
Holanda, con una población de 17 millones de habitantes, ha registrado hasta ahora más de 1,1 millones de casos de coronavirus y unas 16.100 muertes.
“No culpo al gobierno holandés por la presencia del virus. Pero no estaban preparados, estaban muy mal preparados”, dijo.
Los sondeos dan como claro vencedor al Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) de Rutte –uno de los líderes más veteranos de Europa–, con más del 20% de los votos.
El primer ministro Mark Rutte deposita su voto en la urna durante el último día de las elecciones legislativas holandesas, el 17 de marzo de 2021 en La Haya© ANP/AFP Bart Maat
Sin embargo, cientos de personas expresaron su descontento en una manifestación antigubernamental en La Haya el domingo, que fue dispersada por la policía con cañones de agua.

La imposición de un controvertido toque de queda a finales de enero también provocó violentos disturbios en todo el país.
Excepciones al toque de queda
Las elecciones se adaptaron este año a causa del covid-19, con la apertura de algunos colegios electorales el lunes y el martes, principalmente para las personas de riesgo.
Mark Rutte también había anunciado la semana pasada que se aplicarían excepciones al toque de queda –vigente desde las 21h00 (20h00 GMT) hasta las 04h30–durante las elecciones para que los ciudadanos pudieran acudir a las urnas “sin obstáculos”.
Un automovilista rellena su papeleta en un colegio electoral reservado para coches y bicicletas en Heerlen (Holanda), el 15 de marzo de 2021© ANP/AFP Marcel Van Hoorn
Las autoridades holandesas adoptaron inicialmente medidas contra el covid-19 mucho más laxas que sus vecinos, antes de endurecerlas en los últimos meses.
Apodado el primer ministro “teflón” por su capacidad para salir indemne de las crisis políticas, Mark Rutte se vio obligado a dimitir en enero después de que miles de padres fueran acusados erróneamente de fraude en las prestaciones sociales.
Sin embargo, su gobierno se mantuvo en funciones a la espera de las elecciones.
Según los sondeos, el VVD terminará muy por delante de su principal competidor, el Partido por la Libertad (PVV) del diputado anti-islam Geert Wilders, que obtendría 13% de los votos.
El partido conservador Llamamiento Democristiano (CDA) y el partido de centro-izquierda D66, ambos miembros de la actual coalición, se disputan el tercer puesto en las encuestas, por lo que también podrían volver al gobierno.
Pero la forma de una nueva coalición de gobierno sigue siendo incierta. Las conversaciones para crear una tras las últimas legislativas de 2017 duraron siete meses.
Un total de 37 partidos, una cifra récord en décadas, se disputan los 150 escaños de la Cámara Baja, en un panorama político fragmentado que suele dar lugar a complejas coaliciones.