Tras la erupción del Nyiragongo y la caótica evacuación de Goma días después, la ciudad ha estado por ahora relativamente exenta de pillajes, pero la amenaza está al acecho. “Aquella noche, hubo algunos casos de robos”, señaló Augustin Kambale, un vecino del barrio de Buhene, hasta donde llegó un río de lava candente en la madrugada del domingo 23.
“Los bandidos llegaron a mi casa, rompieron la puerta y la ventana. ¡Robaron el televisor, las mesas, todo!. Cuando regresamos lo constatamos, solamente quedaba algo de ropa tirada por el suelo”, cuenta Kambale.
Sin grandes daños
Un escenario similar se vive en el distrito de Mapendo, junto la frontera con Ruanda. “Los casos de robos aislados no faltaron”, señala George Rwagaza, presidente del consejo juvenil del barrio. “Pero por suerte no hemos sufrido daños importantes”, enfatiza.
Un militar congoleño, en Sake, cerca de Goma, en la RDC, el 29 de mayo de 2021© AFP Guerchom Ndebo
Durante la erupción de 2002, en la cual la lava dividió ciudad en dos para finalmente desembocar en el lago Kivu, los saqueos fueron muy numerosos. Muchas de las cien víctimas reseñadas por los balances oficiales como fallecidos por la erupción, murieron en realidad en estos pillajes.
Desde la evacuación sorpresiva de Goma ordenada el 27 de mayo ante el temor de una nueva erupción, la capital de Kivu Norte se vació de gran parte de sus habitantes, quedando zonas totalmente desiertas.
Pero, también los incidentes parecen haberse limitado a unos pocos robos. Interrogados por la AFP, oficiales de policía dijeron haber sido desplegados para garantizar la seguridad.
Habitantes de Goma refugiados en la localidad de Sake, el 30 de mayo de 2021© AFP Guerchom Ndebo
Durante su orden de evacuación, el gobernador militar, general Constant Ndima, afirmó que las partes evacuadas estarían “aseguradas” por el ejército y la policía.
Se ha “intensificado el patrullaje(…). Hoy hay cierta seguridad”, destaca el representante del distrito de Mapendo.
No obstante, esta presencia es apenas visible tanto de día como de noche en barrios como Buhene, Bujumbu o Murara, donde los vecinos se han organizado para vigilar sus bienes, casas, comercios y otras propiedades privadas.
Habitantes de Goma con bidones de agua, el 28 de mayo de 2021© AFP ALEXIS HUGUET
“Los jóvenes se quedaron en sus casas, la gente huía pero dejaba a alguien que custodiase las parcelas, lo que significó que hubiera muchos menos robos que en 2002”, explica un jefe de barrio.
“Brigadas juveniles”
“La criminalidad es relativamente alta en circunstancias normales en Goma, y hubo casos de saqueos durante los últimos días”, indicó el responsable de una oenegé. “Pero los habitantes se organizaron dejando a los jóvenes para vigilar”, subraya también esta fuente.
Distribución de alimentos entre refugiados de Goma, en Sake, el 29 de mayo de 2021© AFP Guerchom Ndebo
“Se han formado brigadas juveniles para detener a los rateros”, confirma Plaice Nzilamba, funcionario de la sociedad civil en Kivu Norte. Pero “lamentablemente algunos matan a los bandidos que atrapan”, dice, algo avergonzado.
“Como fue un militar (el gobernador) quien dio la orden de evacuación, anunciando que los soldados iban a garantizar la seguridad de la ciudad, creo que muchos ladrones tenían miedo de ser muertos o castigados severamente”, prosigue Nzilamba.
“Y también hay que decir que hasta ellos mismos tuvieron que huir, porque la situación era impredecible”, explica.
La Monusco, la misión de la ONU en la RDC, de la cual Goma es una de sus principales bases, también desempeñó su rol, acompañando en patrullas a las fuerzas de seguridad.