En un acto en el que fueron destruidas más de mil armas de ETA, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que todavía hay dolor que «reparar» de las víctimas de esa disuelta banda y de otros grupos «terroristas» en España.

“No podemos recuperar las vidas que perdimos, tampoco podemos destruir el pasado negro como hoy hemos destruido estas armas, pero sí está en nuestras manos luchar contra la desmemoria, para reparar el dolor y el honor”, dijo el socialista Pedro Sánchez.
En la ceremonia simbólica en las instalaciones de la Guardia Civil en Valdemoro, al sur de Madrid, fueron destruidas casi 1.400 armas, casi todas ellas confiscadas a ETA entre 1977 y 2005, y un 10% de ellas a los Grupos de Resistencia Antifascista del Primero de Octubre (GRAPO).
Con asistencia de representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo y de cuerpos de seguridad que combatieron a ETA, las armas fueron colocadas en el amplio patio del recinto en varias filas y aplastadas con una aplanadora.
Las armas serán fundidas y usadas para fabricar un monumento simbólico de la derrota de ETA, que anunció su disolución definitiva en mayo de 2018 luego de cuatro décadas de violencia por la independencia del País Vasco y Navarra en las que mató a más de 850 personas.
“Se levanta acta aquí una vez más de la derrota de ETA frente a la democracia española, la derrota de las balas frente a los votos”, señaló Sánchez.

Pedro Sánchez, junto a la ministra Isabel Celáa (con abrigo rojo), observan unas armas durante el acto de destrucción simbólica de casi 1.400 armas, casi todas de ETA, el 4 de marzo de 2021 en la academia de la Guardia Civil en Valdemoro (Madrid)© AFP Javier Soriano
Lamentó que “muchos jóvenes” en el País Vasco y en toda España “solo conocen de manera superficial la historia de ETA”.
“No debemos olvidar, no podemos consentir que se difuminen los nombres de aquellas personas que perdieron su vida”, dijo Sánchez.
Existe “una tarea de esclarecimiento y reparación que aún queda pendiente (…) Vamos a seguir defendiendo la memoria de quienes fueron heridos, asesinados por las diferentes organizaciones terroristas” en España, agregó.
“Detrás de estas pistolas, fusiles y subfusiles hay muchas tragedias, tantas como víctimas, a quienes hemos recordado” con este acto, dijo por su lado Florencio Domínguez Iribarren, del Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo.
En la ceremonia no estuvieron presentes algunas asociaciones de víctimas ni la principal fuerza de oposición, el Partido Popular (PP, derecha), que lo criticaron como un “paripé” (acto hipócrita) del gobierno de izquierda.
Estas asociaciones y la derecha critican que el gobierno se haya apoyado para sacar algunas leyes en el Parlamento en la izquierda separatista vasca de Bildu, que incluye entre sus filas a ex miembros de ETA, y que revierta la política de dispersión de presos etarras y los esté acercando al País Vasco.