Rusia rechazó el jueves las acusaciones «inaceptables» de Washington, después de que el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, declarara que el envenenamiento del opositor Alexéi Nalvani fuera probablemente ordenado por «altos funcionarios» rusos.

«Consideramos inaceptable cualquier referencia directa o indirecta en la implicación de responsables rusos en este caso», declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en referencia a las afirmaciones de Pompeo.

Peskov añadió que Rusia todavía no había recibido de Alemania «la respuesta al pedido de nuestro fiscal general», que reclamó a finales de agosto las informaciones sobre la salud de Navalni, hospitalizado en Berlín.

«Desgraciadamente, seguimos sin conocer los resultados de los análisis que permitieron a nuestros colegas alemanes concluir (que se trataba de) un envenenamiento del paciente berlinés», declaró Peskov que, como el presidente Vladimir Putin, se niega a pronunciar el nombre del principal opositor al Kremlin.

Las autoridades alemanas afirman que Navalni fue envenenado con una sustancia neurotóxica del tipo de Novichok y exhortaron a Moscú a aclarar las circunstancias del crimen.

El miércoles, el ministerio ruso de Relaciones Exteriores criticó «las acusaciones infundadas y los ultimátums» de Alemania y advirtió al embajador alemán que cualquier rechazo de cooperar será considerado «una provocación grosera y hostil».

Este caso complica de nuevo las relaciones entre Rusia y los países occidentales. La Unión Europea se plantea posibles sanciones y Berlín no excluye que se paralice el proyecto del gasoducto Nord Stream 2.
Fuente: AFP