Los líderes europeos decidieron este viernes, en la segunda y última jornada de una cumbre virtual, reforzar la autonomía estratégica de la Unión Europea (UE) para afirmarse como un asociado «fuerte» para la OTAN y su principal aliado, Estados Unidos.

“Esta complementariedad es la clave”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, durante una videoconferencia que se extendió por tres horas con los líderes de los 27 países del bloque.
“Queremos reforzar la capacidad de la UE de actuar de manera autónoma, con el deseo de ser un asociado fiable para la OTAN y Estados Unidos”, añadió.
En la visión del dirigente belga, “una asociación fuerte requiere asociados fuertes. Por ello, una Unión Europea fuerte representa una OTAN más fuerte”.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, señaló mediante videoconferencia que esa alianza militar comparte con la UE “casi la misma población, los mismos integrantes y los mismos desafíos”.
“Esto hace que sea absolutamente evidente que debemos trabajar juntos”, añadió.
Cuestionamientos
Ursula von der Leyen y Charles Michel llegan a una rueda de prensa conjunta al término de la primera jornada de la reunión virutal de los líderes de la UE sobre la pandemia, el 25 de febrero de 2021 en Bruselas© Pool/AFP Olivier Hoslet
Para Stoltenberg, “todos enfrentamos las mismas amenazas, y ni Europea ni Estados Unidos pueden hacerlo solos”.
“Queremos promover la adaptación y preparación de la Unión Europea para enfrentar de forma eficaz las amenazas y desafíos en el ámbito de la seguridad”, subrayaron los líderes en una Declaración divulgada al cierre de la cumbre.
Los europeos insisten en particular en su determinación de fortalecer las asociaciones con la ONU, Estados Unidos y la OTAN.
“Esta cooperación global se beneficiará de una UE más fuerte en el campo de la seguridad y la defensa”, argumentan en el documento.
“Seguimos comprometidos con implementar la Agenda Estratégica 2019-2024 buscando un curso de acción más estratégico y un aumento en la capacidad de la UE de actuar de forma autónoma”, señalaron en la declaración.

Varios líderes europeos impulsan una visión basada en la “autonomía estratégica” de la UE en materia de seguridad y defensa.
Un alto funcionario europeo, no obstante, señaló que el fortalecimiento de la capacidad “de la UE para actuar de forma autónoma preocupa a los países en la línea de frente ante Rusia, porque temen una desconexión europea de la OTAN”.
Esas preocupaciones “se ven reforzadas por el cuestionamiento de la existencia de la OTAN por parte de ciertos dirigentes en Estados Unidos y en Europa”, señala.
Una fuente diplomática aseguró a AFP que durante la conferencia los representantes de Lituania, Letonia y Polonia expresaron esta preocupación de forma enfática “pero nadie cuestionó la necesidad de actuar de manera autónoma”.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo en una entrevista hace una semana que la OTAN debería “ser revisada, porque la alianza fue diseñada para enfrentar el Pacto de Varsovia, y el Pacto de Varsovia ya no existe”.
Varios de los antiguos firmantes de ese pacto militar aliado de la Unión Soviética, son ahora miembros de la propia Unión Europea o candidatos a serlo y forman parte de la OTAN.
Diversidad de las amenazas
Entre las amenazas actuales para la UE figuran el terrorismo y los ciberataques, y Macron insistió el jueves en la necesidad de que Europa desarrolle capacidades para “anticipar nuevas amenazas, ya sean cibernéticas, marítimas, espaciales o aérea”.
Un alto funcionario europeo apuntó que “el nivel de amenaza es actualmente el más elevado desde la guerra fría, y no viene de Rusia”. “No pasa un día sin un ataque a nuestra infraestructura estratégica”, afirmó.
El eurodiputado conservador francés Arnaud Danjean, un especialista en cuestiones de defensa, lamenta el “falso debate” creado en torno a la autonomía de defensa de la UE.
“Todo el mundo sabe que el corazón de la OTAN es su papel en el frente oriental, de cara a Rusia”, indicó.
En tanto un diplomático señaló que “los europeos tienen los medios para actuar, pero necesitan voluntad política. Países como Alemania, España o Portugal, todavía se niegan a participar más allá de las misiones de entrenamiento”.