El nuevo primer ministro designado en Líbano, Najib Mikati, comenzó este martes consultas con los principales bloques parlamentarios en vistas a formar un gobierno largamente esperado en este país hundido en múltiples crisis. A pesar de estar en pleno colapso económico, Líbano está gestionado desde hace casi un año por un gobierno interino que solo puede encargarse de los asuntos cotidianos.
Se trata del ejecutivo de Hassan Diab, que dimitió en bloque después de la devastadora explosión en el puerto de Beirut en agosto de 2020. El suceso costó más de 200 vidas y alimentó la rabia de los ciudadanos contra sus dirigentes.
Esta parálisis institucional bloquea un eventual plan de rescate financiero para Líbano, que en marzo de 2020 reconoció no poder pagar su deuda y desde entonces se hunde en una crisis que, según el Banco Mundial, puede ser una de las peores desde 1850.
Después de dos intentos fracasados, el presidente Michel Aoun designó el lunes a un tercer candidato para formar gobierno, el millonario Najib Mikati, que ya fue dos veces primer ministro.
En una entrevista con el diario libanés An-Nahar, Mikati prometió conformar un equipo “puramente técnico”, lejos de consideraciones políticas.
El gobierno interino actual también se define como “tecnocrático”, pero cada uno de sus miembros está respaldado por los barones políticos que controlan el país desde hace décadas.
La designación de Mikati, el hombre más rico de Líbano y para muchos símbolo de su oligarquía corrupta, suscitó escepticismo.
Se trata del tercer primer ministro designado desde finales de agosto de 2020, después de Mustapha Adib y Saad Hariri, que había renunciado días atrás.
La comunidad internacional, Francia especialmente, reclama un gobierno que impulse reformas económicas y luche contra la corrupción para desbloquear un paquete de miles de millones de dólares de ayuda.
El lunes, Mikati aseguró que poner en marcha este plan será una de las principales prioridades de su gobierno.
Las reuniones de este martes con los diferentes bloques parlamentarios suponen un primer trámite oficial tras la designación del nuevo primer ministro.
Pero el verdadero mercadeo en las negociaciones entre los partidos en el poder que caracteriza desde hace años las formaciones de gobierno en Líbano no han comenzado todavía.
El tiempo