Nairobi, 8h00 de la mañana. Steven Odhiambo, en bicicleta, se ve adelantado por un pequeño autocar que va a toda velocidad. Desde el inicio de la pandemia, este joven keniano evita los transportes colectivos y prefiere enfrentarse a golpe de pedalada al tráfico caótico de la ciudad.
Esta populosa metrópolis del este de África “es una jungla, hay que luchar por hacerte un hueco en la carretera”, resume este treintañero, que volvió a montar en bicicleta en abril, después de dos décadas sin hacerlo.
Su decisión está motivada por los riesgos ligados al covid-19. Este trabajador del sector audiovisual renuncia a montar a los “matatus”, esos minibuses coloridos omnipresentes en Nairobi, en los que pueden viajar hasta 15 personas.
“Estoy más seguro en una bicicleta. Respeto la distancia social y me lleva menos tiempo” que estar bloqueado en un atasco, explica.
Con un chaleco amarillo y un silbato para hacerse escuchar en eventuales situaciones de peligro, viaja a dos ruedas y sin motor camino de su oficina. Es un trayecto de 15 kilómetros, sin tomar ningún carril-bici, y tiene que circular entre camiones, 4×4 con prisas y motos que se mueven en zigzag.
Bernard Asim (dcha), junto a Steven Osunga Odhiambo en Nairobi, Kenia, el 28 de enero de 2021© AFP/Archivos Tony Karumba
Pese a que el entorno no parece el más propicio y pese a dos accidentes sin gravedad, Odhiambo va a seguir adelante con este nuevo hábito.
Desde hace diez meses, dice, ha perdido 20 kilos y ha conseguido ahorrar en gastos de transportes, ayudado por esa bicicleta de ocasión, que compró por 15.000 shillings (unos 115 euros, 138 dólares).
“La mejor manera para sensibilizar a la gente en favor del ciclismo y ser más ecológico es mostrar los beneficios”, sonríe.
Tendencia emergente
Como Odhiambo, cada vez más habitantes de Nairobi se ponen a pedalear para desplazarse en plena pandemia, en un ciudad conocida por sus enormes problemas de tráfico y sus gigantescos embotellamientos.
La contaminación por partículas aumentó allí en un 182% desde los años 1970, según un reciente estudio de la Universidad de Birmingham, y los atascos provocan una pérdida de productividad estimada por las autoridades locales en mil millones de dólares cada año.
Steven Osunga Odhiambo, de 30 años, en el camino a su trabajo en Nairobi, Kenia, el 28 de enero de 2021© AFP/Archivos Tony Karumba
En su tienda del centro de la ciudad, Jimmy Karumba registró en 2020 “un aumento de alrededor del 58% en las ventas de bicicletas de ocasión”.
En mayo, Benard Asin fundó Spin Kings, un grupo sobre la práctica ciclista que reunió en unas semanas a unos 300 miembros.
“No me esperaba que se formara tan rápidamente”, se sorprende este trabajador social de 27 años. Según estima, “el 99% (de los miembros del club) comenzó con el ciclismo después de la pandemia”.
La mayor parte ya sabía montar en bicicleta, pero “muchos no sabían cómo cambiar de marcha”.
“Cyclists’ Lives Matter”
Cyprine Odada, de 34 años y una de las organizadoras de Critical Mass, en Nairobi, Kenia, el 28 de enero de 2021© AFP/Archivos Tony Karumba
El covid-19 “ha mostrado a los políticos que la gente (…) quiere montar en bicicleta” y que “no sólo es un medio de transporte para pobres”, estima Cyprine Odada, de Critical Mass, una alianza que reúne a grupos ciclistas y que organiza cada mes un paseo que puede reunir hasta a mil personas en Nairobi.
Numerosos debutantes han solicitado consejos a su grupo para circular con más seguridad, cuenta este urbanista de 34 años.
En la capital y su aglomeración urbana, 69 ciclistas murieron en 2020, según la Autoridad Nacional de los Transportes (NTSA).
Las pocas vías habilitadas para ciclistas y la ausencia frecuente de aceras están entre los motivos.
“Nuestras carreteras son una trampa mortal”, lamenta Odada.
En la ciudad, algunos habitantes circulan con camisetas en las que se lee “Cyclists’ Lives Matter” (Las vidas de los ciclistas importan), una versión del lema antirracista “Black Lives Matter” popularizado en 2020.
Nairobi ha iniciado un tímido cambio al respecto.
Ciclistas durante la masa crítica en Nairobi, Kenia, el 30 de enero de 2021© AFP/Archivos Tony Karumba
En el barrio de negocios se construyeron vías para ciclistas en 2020, pero pese a los progresos “Kenia tiene todavía camino por recorrer”, estima Odada, que impulsa una propuesta de ley para proteger mejor a los ciclistas.
La vecina Etiopía dio ya pasos en ese sentido. En 2019, la capital Adís Abeba aprobó una estrategia para diez años destinada a promover los transportes sin motor, contemplando la construcción de 200 kilómetros de pistas para ciclistas.