Los noruegos van a las urnas el lunes en unas legislativas que tienen como favorita a una coalición de la izquierda y los verdes frente a la derecha saliente, una alternancia que puede cambiar el rumbo de la actividad petrolera en el país. Tras ocho años al frente del rico reino nórdico, la primera ministra conservadora Erna Solberg dejará su cargo en manos del laborista Jonas Gahr Støre y sus aliados, según los sondeos.
“Sería necesario que pase algo dramático para que el bloque burgués (la derecha) gane”, estima el politólogo Johannes Bergh del Instituto noruego de Investigación Social.
Exministro de Jens Stoltenberg (actual secretario general de la OTAN), Støre centró su campaña en la lucha contra las desigualdades y la centralización, y a favor de una política climática “justa”.
“Tras ocho años de políticas de derecha, las desigualdades aumentaron en Noruega, estamos lejos de haber hecho lo suficiente en la transición climática y nuestro Estado de bienestar ha economizado, privatizado o recortado en muchas áreas”, declaró este millonario de 61 años a la AFP.
Si bien su partido laborista corre el riesgo de tener un mal desempeño el lunes según los sondeos, Støre contaría con sus socios, como el Partido del Centro (agrario) y la Izquierda Socialista, para sacar del poder a la actual coalición.
La principal incógnita es su capacidad para conseguir una mayoría parlamentaria, o si dependerá del apoyo de los comunistas de Rødt o ecologistas de MDG, o los dos, lo que complicaría las negociaciones que se anuncian largas y difíciles.
Frente a la emergencia climática, MDG reclama el final inmediato de la prospección petrolera y el freno de la producción en 2035, un ultimátum rechazado por Støre, que dice querer luchar contra el calentamiento climático sin amenazar el empleo.
La primera ministra de Noruega y líder del partido conservador Hoyre, Erna Solberg, en un cartel electoral para las elecciones parlamentarias, en Osl, el 1 de septiembre© AFP/Archivos Petter Berntsen
Noruega es el mayor productor de hidrocarburos de Europa occidental y debe su prosperidad al oro negro, que le ha permitido constituir uno de los fondos soberanos más grandes del mundo.
“El clima y el medio ambiente serán un tema muy importante, quizás la cuestión clave cuando se trate de formar un gobierno tras las elecciones, porque será difícil para los diferentes partidos ponerse de acuerdo”, explica Bergh.
“En materia de política petrolera, de política medioambiental, ciertamente habrá cambios. ¿Pero cuáles serán? Eso dependerá del paisaje político en Storting”, el Parlamento noruego, dijo.
Crisis en serie
Enfrente, la derecha hizo campaña por la continuidad.
En ocho años en el poder -un récord para los conservadores-, Solberg vivió varias crisis (migrantes, caída del precio del barril de petróleo, covid-19) de las cuales se ocupó con talento, según la opinión general.
“La elección este año es entre el liderazgo seguro de Erna con una política que funciona y una alternativa incierta”, subraya el Partido Conservador. “Necesitamos una gestión sólida y un objetivo claro para relanzar a Noruega tras la pandemia”, agrega.
Noruega es, detrás del Vaticano e Islandia, el país de Europa con menor número de muertos debido al covid con respecto a su población, y su economía ya regresó al nivel previo a la pandemia.
Miembros del Partido Laborista de Noruega hacen campaña en Oslo el 1 de septiembre de 2021, antes de las elecciones parlamentarias© AFP/Archivos Petter Berntsen
Sin embargo, a medida que se acercaban las elecciones, el gobierno saliente fue objeto de críticas por su supuesto exceso de optimismo.
Por ejemplo, las declaraciones del ministro de Salud, Bent Høie, quien afirmó a mediados de agosto que se podría “bailar pegados y volver a los one night stands (aventuras de una noche)” a fines de septiembre.
Frente al aumento de los nuevos casos, el gobierno postergó en varias oportunidades el levantamiento total de las medidas sanitarias.
Solberg también dañó su imagen infringiendo sus propias reglas de distanciamiento social durante la celebración de su 60º aniversario en marzo, un paso en falso que le costó además una fuerte multa.
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