La canciller alemana Angela Merkel afirmó el martes que había una «gran diferencia» entre ella y su ministro de Finanzas, Olaf Scholz, del partido socialdemócrata, que aspira a ocupar su puesto tras las elecciones del 26 de septiembre. A menos de un mes de las elecciones legislativas, el partido de Merkel, los conservadores de la alianza CDU/CSU, pierden intención de voto mientras que el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz lidera de forma inesperada las encuestas.
Las encuestas muestran que Scholz es favorito para el puesto. Enfrente, el candidato conservador, Armin Laschet, paga caro sus numerosos errores de campaña.
“Conmigo como canciller nunca habría una coalición con Die Linke [extrema izquierda], algo que no se puede saber con Olaf Scholz”, dijo Merkel ante la prensa en Berlín.
“En ese sentido, hay una gran diferencia sobre el futuro de Alemania entre él y yo”.
Scholz, que a su vez es el vicecanciller de Alemania, se presenta a sí mismo como el candidato de la estabilidad y el heredero natural del legado de Merkel, a pesar de venir de partidos rivales.
Incluso le copió el famoso gesto del “rombo de Merkel” con los pulgares y el índice.
Las encuestas hablan de una posible coalición tripartita tras las elecciones de septiembre.
Pero mientras que Los Verdes se presentan como un socio lógico en una coalición con los socialdemócratas, Scholz ha sido atacado por no cerrarle la puerta de manera clara al partido de extrema izquierda Die Linke, que se opone, por ejemplo, a la alianza militar de la OTAN.
Los políticos conservadores acusan a Scholz de aprovecharse de Merkel.
El ministro presidente de Baviera, Markus Soeder (de la CSU), consideró que las afirmaciones de Merkel el martes no podían ser más claras.
“Todo el mundo sabe que Olaf Scholz quiere moverse hacia la izquierda”, dijo Soeder.
Merkel se despide de la política después de 16 años como canciller.