Los marroquíes votaban este miércoles en unas elecciones legislativas y locales que decidirán el futuro del partido islamista PJD en el poder desde hace una década. “¡Todos a las urnas!”, proclamó en la portada el diario L’Economiste, para quien la tasa de participación es “la verdadera clave de los comicios” de este miércoles. En las legislativas de 2016, la participación se situó en 43%.
Los colegios electorales abrieron a las 08H00 locales (07H00 GMT) y cerrarán a las 19H00 (18H00 GMT). Las primeras estimaciones llegarán por la noche.
Por primera vez, cerca de 18 millones de marroquíes podrán votar el mismo día para elegir a los 395 diputados de la Cámara de los Representantes y más de 31.000 gobernantes comunales y regionales.
El jefe de gobierno sale del partido que lidera los comicios legislativos. Es nombrado por el rey Mohamed VI y forma un ejecutivo para un mandato de cinco años.
Saad Eddine El Othmani, primer ministro saliente marroquí y presidente del partido islamista PJD, en Sidi Slimane, en el noroeste de Marruecos, el 27 de agosto de 2021© AFP/Archivos FADEL SENNA
Pero, en este reino de 36 millones de habitantes, las grandes decisiones en los sectores estratégicos como la agricultura, la energía o la industria provienen de las iniciativas del monarca.
El Partido Justicia y Desarrollo (PJD, islamista moderado), dirigido por el primer ministro saliente Saad-Eddine El Othmani, espera conseguir un tercer mandato al frente del gobierno
La formación se alzó con una victoria electoral histórica tras las protestas del “Movimiento del 20 de febrero” –versión marroquí de la Primavera Árabe de 2011– que reclamaba el fin de “la corrupción y el despotismo”.
“Una visión clara”
Aziz Akhannouch, presidente del partido liberal RNI, en campaña electoral en Rabal, el 2 de septiembre de 2021© AFP/Archivos FADEL SENNA
Durante dos semanas, la campaña electoral, marcada por la ausencia de grandes mitines debido a la pandemia, fue bastante apática. Pero en los últimos días el tono subió entre el PJD y su rival liberal Unión Nacional de Independientes (RNI), los dos favoritos.
Otras formaciones que sobresalen, según los medios locales, son los liberales Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) y el Partido de Istiqlal (centro-derecha), ambos en la oposición.
Durante la campaña, el PJD denunció el uso “masivo” de dinero para comprar candidatos y votos, pero sin dar nombres. En cambio, el líder PAM, Abdellatif Ouahbi, acusó directamente al RNI, que desmintió los hechos.
Marruecos: la cámara de representantes© AFP
Con estas elecciones, será la primera vez, desde que se realizaron los primeros comicios en Marruecos en 1960, que la repartición de escaños será calculada a partir del número de electores inscritos y no según los votantes.
Este nuevo cálculo perjudicará a los grandes partidos y beneficiará a las pequeñas formaciones. Pero sólo el PJD se opuso a la reforma.
Si obtuviera el mismo resultado que en 2016, el partido islamista conseguiría, según estimaciones, entre 80 y 85 escaños, frente a los 125 de entonces. Si gana de nuevo, esto complicaría la formación de una nueva coalición gubernamental.
La campaña electoral se ha caracterizado por una falta de posicionamiento claro de los partidos en cuestiones claves de la sociedad.
Mohamed VI, rey de Marruecos, en Tetuán, en una imagen de julio de 2019© MAP/AFP/Archivos –
“Queremos unos políticos con una visión clara y no gente que gestione las cosas en el día a día”, declaró a la AFP Abdeljalil Skaïti, de 43 años, en Rabat.
Sea cual sea el resultado de los comicios, todos los partidos políticos tendrán que adoptar una carta que prevé una “nueva generación de reformas y proyectos”, como lo indicó recientemente Mohamed VI en un discurso.