Los nuevos ministros nombrados por el presidente de gobierno Pedro Sánchez asumieron este lunes sus carteras en España, con el objetivo de relanzar la gestión tras el desgaste de la pandemia y los indultos a los líderes separatistas catalanes. “El objetivo de este nuevo gobierno es iniciar esa nueva etapa de recuperación económica, social y territorial”, dijo el presidente Sánchez en un acto de promoción de vehículos eléctricos.
El líder socialista dio la sorpresa el sábado al acometer una fuerte remodelación ministerial, que incluye siete caras nuevas y deja fuera a varios pesos pesados, como la vicepresidenta Carmen Calvo. Sánchez prescindió también de su director de gabinete y principal estratega político, Iván Redondo.
Con 14 mujeres y 9 hombres, el nuevo gobierno es aún más femenino y también más joven.
Un equipo con el que el dirigente español quiere relanzarse, después de un año y medio de pandemia, la polémica por los indultos a nueve líderes separatistas catalanes encarcelados por el intento de secesión de 2017, y el fiasco de las elecciones regionales madrileñas del 4 de mayo, que la derecha ganó con rotundidad.
La remodelación del ejecutivo de coalición se limita a la parte socialista, y no afecta por tanto a su socio minoritario, la izquierda radical de Podemos, que mantiene sus cinco ministerios.
Su pieza de más peso, la ministra de Trabajo y vicepresidenta Yolanda Díaz, enfatizó que el objetivo de aquí a que termine la legislatura, a fines de 2023, es afrontar los “graves problemas de desigualdad” acentuados por la pandemia.
Yolanda Díaz promete su cargo como vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo ante el rey Felipe (en primer término) y el presidente Pedro Sánchez, el 12 de julio de 2021 en el palacio de la Zarzuela, en Madrid© Pool/AFP Andrés Ballesteros
En la tarea, Madrid contará con la ayuda de los fondos europeos de recuperación pospandemia, que prevén 140.000 millones de euros para España en créditos y subvenciones.
Relevo en Exteriores
Entre las ministras relevadas está Arancha González Laya, que deja Asuntos Exteriores en manos de José Manuel Albares, hasta ahora embajador en Francia.
Al asumir la cartera, Albares bosquejó someramente las líneas de su acción, afirmando que si las consecuencias de la pandemia no se manejan bien a nivel mundial, ésta “se puede transformar en una crisis diplomática, por los desequilibrios” que “la gestión de la vacuna puede introducir”.
Igualmente abogó por potenciar la presencia internacional de la lengua española, que “debe oírse con fuerza en todo el mundo (…) hasta en la inteligencia artificial”.
Y mientras la incidencia sigue aumentando a causa de la variante Delta y los contagios entre los jóvenes, llamó a la calma para que el turismo salve la temporada, afirmando que España “es un país seguro para poder venir a pasar el verano”.
Albares, nacido en Madrid en 1972 y exconsul en Bogotá, acumula ya una larga trayectoria al lado de Pedro Sánchez.
José Manuel Albares promete su cargo como ministro de Asuntos Exteriores, el 12 de julio de 2021 en el palacio de la Zarzuela, en Madrid© Pool/AFP Andrés Ballesteros
Empezó como asesor diplomático suyo cuando Sánchez fue elegido líder del Partido Socialista en 2014, y se mantuvo a su lado cuando éste se vio desbancado de la secretaría general del PSOE entre 2016 y 2017 debido a una revuelta interna.
Albares ejerció luego de consejero de Sánchez en temas relacionados con la UE y el G20 a partir de junio de 2018, cuando Sánchez llegó al poder. En febrero de 2020 este diplomático de carrera y padre de cuatro hijos fue nombrado embajador en París.
Entre los principales expedientes, Albares hereda el desafío de mejorar la relación con Rabat, marcada por una grave crisis diplomática en mayo. Este lunes abogó por reforzar “especialmente” la relación con Marruecos, “nuestro gran vecino y amigo del Sur”.
Por iniciativa de González Laya, España acogió en un hospital de Logroño (norte) al líder de los independentistas del Sáhara Occidental, Brahim Ghali, un personaje odiado por el poder marroquí. El gesto enfureció a Rabat, que a modo de represalia dio vía libre para que en pocas horas entraran en el enclave norteafricano español de Ceuta más de 10.000 migrantes irregulares.
Igualmente, Albares deberá analizar la respuesta diplomática española a las protestas en Cuba contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel.
La remodelación del gobierno español no ha aplacado a la oposición conservadora, que cree que “el problema” es Sánchez y que debería convocar elecciones legislativas.
“La persona que está completamente chamuscada en términos políticos es Pedro Sánchez, y es él el que se resiste a asumir responsabilidades y convocar elecciones”, le lanzó uno de los responsables de comunicación del Partido Popular, Pablo Montesinos.
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