A través de un video mensaje el Papa Francisco expresó su cercanía a los miembros del «John 17 Movement» reunidos en el Seminario de San José de Nueva York, con ocasión de un retiro especial sobre «Reconciliación Relacional, un Nuevo Camino para la Reconciliación de los Cristianos». El Pontífice subrayó los valores de amor y fraternidad que promueve este Movimiento y que son fundamentales para cambiar el mundo.
Sofía Lobos – Ciudad del Vaticano
La tarde del 9 de junio el Papa Francisco envió un video mensaje a los miembros del «John 17 Movement» reunidos en el Seminario de San José de Nueva York, con ocasión de un retiro especial sobre «Reconciliación Relacional, un Nuevo Camino para la Reconciliación de los Cristianos» (Jn 17,13-17).
Un evento que contó con la participación del Rector del Seminario, el Obispo James Massa y del Cardenal Joseph Tobin. En su video, el Santo Padre saludó a todos cordialmente y agradeció el compromiso de este Movimiento.
Descubrirnos hermanos: hijos de un mismo Padre
«John 17 Movement es sobre el amor de quienes, alrededor de la mesa tomando un café cappuccino, almorzando o disfrutando de un helado, se descubren hermanos, no por el color de la piel, ni la nacionalidad, ni la procedencia, ni las diversas formas en las que viven su fe; sino como hijos de un mismo Padre», dijo Francisco, haciendo hincapié en que esta fraternidad nace incluso en lugares donde a causa de la pobreza y la guerra «no hay ni una mesa, ni un cappuccino, ni un helado para compartir», porque lo esencial del vínculo que nos une -añadió el Santo Padre- es que «somos hijos de un mismo Padre».
Asimismo, el Papa destacó que el amor no necesita de profundos conocimientos teológicos, aunque estos también sean necesarios:
“El amor es un encuentro de vida, primero con el Señor Jesús, con la persona de Jesús y de allí, de ese encuentro de amor, nace la amistad, la fraternidad, y la certeza de ser hijos del mismo Padre. La vida que se comparte y se entrega a un fin superior: ¡El amor puede cambiar el mundo! Todo nace de ahí, de un encuentro fraterno, el amor puede cambiar el mundo, pero primero nos cambia a nosotros mismos”
Permanecer juntos en el amor para cambiar el mundo
Para Francisco es posible cambiar el mundo en el que vivimos si los cristianos «permanecemos juntos en el amor» ya que de esta manera, «podemos cambiarnos a nosotros mismos porque Dios es Amor».
En el video, el Pontífice lamenta que a causa de la actual pandemia no pudo encontrarse con el «John 17 Movement», tal y como estaba previsto hace algunos meses: «Ya nos encontraremos más adelante, ojalá lo hagamos pronto, antes de fin de año», aseveró.
Compartir la vida y el amor fraterno
Antes de despedirse, el Papa exhortó a todos a seguir caminando juntos compartiendo la vida y el amor fraterno:
“John 17 Movement y el testimonio que han compartido conmigo cada vez que nos hemos encontrado, me da esperanza, y me da alegría. Como dice Joe Tosini, el amor es lo más importante del mundo y sin embargo ¡nadie enseña cómo amar! Amas o no amas, pero el amor que se hizo carne, el amor que dio su vida por nosotros, ese es el camino”
Finalmente, Francisco puso en guardia sobre el riesgo de confundir el amor «con una especie de filosofía platónica e idealista».
«El amor es concreto, el amor da la vida por los demás, como Jesús la dio por nosotros. Tal vez porque el amor no se enseña, ¡se vive! ¡Ustedes nos están enseñando esto… Viviéndolo!», concluyó el Papa pidiendo a los integrantes de este Movimiento que no se olviden de rezar por él, «porque este trabajo no es nada fácil», puntualizó sonriendo.
Origen del «John 17 Movement»
El John 17 Movement comenzó en 2013 cuando el pastor pentecostal Joe Tosini -según relata él mismo- se despertó en la madrugada con un fuerte deseo de rezar por el recién elegido Papa Francisco. Al no ser un católico, esto le sorprendió mucho, pero también presintió que un día se encontraría con el Pontífice y comenzaría a trabajar con él por la unidad de la Iglesia.
Desde entonces inició un camino de diálogo y fraternidad entre el Movimiento y la Iglesia católica en favor de la cultura del encuentro, que busca siempre tender puentes humanos y nunca muros.