La exministra española de Asuntos Exteriores fue citada a declarar el 4 de octubre ante el juez que investiga el ingreso en España en abril del jefe de los independentistas saharauis del Frente Polisario para tratarse del covid-19, informó la justicia el lunes. Arancha González Laya ha sido citada a las 13H00 por el magistrado de un juzgado de instrucción de Zaragoza, la ciudad del noreste español donde aterrizó Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, a su llegada al país en abril, precisó el tribunal regional de Aragón.
El juez citó igualmente a otros responsables políticos o institucionales como el exsecretario general técnico del ministerio de Asuntos Exteriores, la directora de gabinete del ministro del Interior o la directora general de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, el organismo encargado de fabricar pasaportes.
La presencia en España de Brahim Ghali, enemigo jurado de Rabat, desató una grave crisis diplomática entre España y Marruecos.
La investigación abierta, por un posible delito de prevaricación, “tiene como objetivo averiguar las circunstancias en que se produjo la entrada en España de Brahim Ghali”, informó la semana pasada el tribunal.
La justicia trata de conocer por qué el líder independentista no pasó un control de pasaporte a su llegada, según la prensa española.
González Laya, quien se vio en el centro de la polémica por ser la jefa entonces de la diplomacia española, salió del gobierno de Sánchez tras la gran remodelación en julio.
El líder del los independentistas saharauis llegó a España en un avión medicalizado de la presidencia argelina, gran apoyo del movimiento, el 18 de abril, rodeado de un gran secreto, y con un “pasaporte diplomático”, según el diario El País.
Enseguida ingresó en un Hospital de Logroño (norte) en estado crítico.
Al conocerse su presencia en España, se desató una crisis diplomática mayor entre Madrid y Rabat que tuvo como punto culminante la llegada a mitad de mayo de más de 10.000 migrantes al enclave español de Ceuta, aprovechando la relajación de los controles por parte de las autoridades marroquíes.
Rabat expresó su “exasperación” por la acogida de Ghali y reclamó una investigación “transparente” sobre su entrada “fraudulenta” en España, afirmando que el jefe del Polisario había viajado “con documentos falsos y una identidad usurpada”.
Tras la marcha de Ghali hacia Argelia a comienzos de junio, Madrid respondió que el jefe del Polisario sí disponía de papeles para ingresar al país.