La pandemia fue un gran desafío para todos y en la Universidad Católica no fue una excepción. En la casa de altos estudios, se tomó rápidas decisiones para enfrentar lo que se venía cuando se decidió la cuarentena estricta, explicó la vicerrectora administrativa María Terea de Jesús Servín.

En la Universidad Católica, no se cerraron las clases por el hecho de que ya se tenía carreras virtuales habilitadas por el Cones. “Nuestra prioridad son los jóvenes, nosotros nos enfocamos a todos los jóvenes y ni un solo alumno fue rechazado”. Comentó que en todo este tiempo no se han incrementado la matrícula ni las cuotas. Además, se dio la posibilidad de que los alumnos quienes adeudan, hagan un plan de pago de acuerdo a sus posibilidades.

En otro momento, confirmó que el primer semestre será devuelta virtual con exámenes presenciales y las materias que requieran presencialidad se podrá acceder.

Teresa Servín