El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, llegó a Teherán y se reunirá este domingo con el vicepresidente de la República Islámica y jefe de la Organización de Energía Atómica iraní, Mohamad Eslami, informó una fuente oficial. La visita tiene lugar unos días después de que el OIEA, el gendarme nuclear de la ONU, publicara un informe que acusa a Irán de falta de cooperación y unos antes de una reunión del consejo de gobernadores del organismo.
Es el segundo viaje de Grossi a Irán este año. Hablará con Eslami “del arreglo temporal entre (Irán) y el OIEA sobre la supervisión de los inspectores del OIEA y el contenido de las cámaras de vigilancia del Organismo instaladas en los centros nucleares iraníes”, asegura este domingo el periódico Irán (gubernamental).
En virtud de una ley aprobada en diciembre por el Parlamento, Irán restringió el acceso de los inspectores del OIEA a algunas de sus instalaciones nucleares en febrero.
Desde entonces la República Islámica se niega a suministrar las grabaciones en tiempo real de las cámaras y otras herramientas de vigilancia que la agencia de la ONU ha instalado en las instalaciones. Se ha llegado a un arreglo para garantizar un cierto grado de vigilancia pero expiró en junio.
“Desde febrero de 2021, las actividades de verificación y vigilancia se han visto seriamente obstaculizadas por la decisión de Irán” de restringir las inspecciones, afirma el informe del OIEA al que ha tenido acceso la AFP.
El asunto de las cámaras de vigilancia del OIEA se inscribe dentro de unas negociaciones más amplias para tratar de salvar el acuerdo nuclear internacional sobre el programa nuclear iraní concluido en Viena en 2015.
Este acuerdo ofrece a Teherán un aligeramiento de las sanciones occidentales y de la ONU a cambio de que se comprometa a no dotarse nunca de armas atómicas y que reduzca drásticamente su programa nuclear, bajo estricto control de Naciones Unidas.
Pero el pacto saltó por los aires en 2018 cuando el expresidente estadounidense Donald Trump se salió de él y restableció las sanciones de Washington. En respuesta, Irán renunció a aplicar la mayoría de sus compromisos.
Las negociaciones iniciadas en abril para intentar resucitar el acuerdo han sido suspendidas en junio.