El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, concluyó el domingo por la noche unos «Estados Generales» para la reactivación económica de Italia tras el coronavirus, durante los cuales se comprometió a «reinventar» el país.
«El plan de recuperación no será una colección de reformas. Nos hemos dado cuenta de que para reformar el país debemos reinventarlo. Esta (pandemia) ha sido una experiencia muy difícil», reconoció Conte ante los periodistas.
Después de ocho días de reuniones y consultas, los llamados «Estados Generales», boicoteados por la oposición de derecha, tenían como objetivo relanzar Italia y elaborar un plan detallado con todas las partes del país, el cual será presentado en septiembre a la Unión Europea.
La Comisión Europea propuso a finales de mayo un plan de estímulo poscoronavirus de 750.000 millones de euros (unos 845.000 millones de dólares), es decir 500.000 millones (560.000 millones de dólares) en subvenciones no reembolsables y 250.000 millones de euros (280.000 millones de dólares) en préstamos.
Italia, epicentro de la pandemia en Europa (cerca de 34.634 muertos), debería beneficiarse de 172.000 millones de euros (194.000 millones de dólares) de esa suma, en un momento en el que su economía, la tercera de la zona euro, está exhausta.
Conte se comprometió también a gastar esos fondos «lo mejor posible» de manera que Italia sea «más moderna, más digital, más ecológica y más inclusiva», dijo.
Los «Estados Generales» se llevaron a cabo en la lujosa Villa Pamphilij, en una de las colinas de Roma, donde Conte presidió 82 reuniones con personalidades políticas, económicas y culturales para escuchar sus propuestas.
Entre las prioridades del gobierno figura la modernización y reducción de la burocracia, uno de los grandes males del país.
Las autoridades quieren impulsar los pagos por medios electrónicos, para luchar contra el fraude fiscal y la economía informal.
Para promover la transición energética y ecológica, otra prioridad, Conte propuso el desarrollo del ferrocarril de alta velocidad y grandes proyectos de infraestructura.
También se estudia una reducción del IVA para dar «un impulso al consumo», aunque resulta una medida «costosa», reconoció el primer ministro.
Para una Italia «más inclusiva», Conte lanzó la idea de financiar con un bono de 500 euros a las mujeres empresarias.
«Algunas medidas se impulsarán en varios años. No podemos hacer todo en unas pocas semanas o meses», advirtió.
Fuente: AFP