Anteriormente el padre cumplía su rol siendo un buen proveedor para la familia, pero con el paso del tiempo, el perfil del mismo ha cambiado bastante, ya que actualmente se espera su participación dentro de las actividades de los hijos y ser un colaborador en las tareas de la casa, pero sobre todo, la presencia afectiva del mismo, involucrándose en lo que las situaciones emocionales vividas por los hijos y conformando además, un equipo con la madre, independientemente al estado de su relación.
Considerando que el vínculo entre la pareja haya resultado dañado, ocurre generalmente la ausencia de alguno de ellos, lo cual implica un efecto psicológico dañino en los chicos, quienes son afectados directamente, según la psicóloga María Teresa Galeano.
Maria Teresa Galeano
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