Impotente y sin ideas, la subcampeona del mundo Argentina perdió 97-59 ante Australia, este martes en Saitama en los cuartos del torneo olímpico masculino de básquet, por lo que no competirá por las medallas, mientras que el equipo oceánico desafiará a Estados Unidos en semifinales. A imagen de su torneo, a excepción del primer cuarto Argentina se mostró sin ideas ni un plan de juego, con sus referentes por debajo del nivel esperado, un factor que ha condicionado todos sus partidos.
Luis Scola, el gran capitán argentino de 41 años, cerró con una dura derrota su participación en sus quintos Juegos Olímpicos. El mejor de su equipo en la primera fase, esta vez se quedó en solo 7 puntos.
El seleccionador Sergio Hernández le cambió a falta de un minuto y los presentes en el Saitama Arena se pusieron de pie y aplaudieron al campeón olímpico en Atenas-2004, incluido el banquillo australiano.
Habitual candidata al podio (cuarta en 1988, 1996, 2000 y 2016), Australia tendrá una nueva ocasión de estrenar su contador de medallas. Ahora le espera Estados Unidos, a la que ya batió en la preparación en Las Vegas.
Una vez más el guía de los australianos fue el base Patty Mills, abanderado de la delegación de su país en la inauguración, con 18 puntos y siempre apareciendo en los momentos importantes.
Al contrario que el líder albiceleste Facundo Campazzo, muy lejos de la versión dominante que había mostrado hace dos años en el Mundial de China, y que se fue entre lágrimas de frustración al banquillo a falta de dos minutos.
Profunda depresión
Al principio, dispuesta a poner punto y final a las dudas, Argentina había empezado muy sólida en defensa, evitando que Australia tirara con comodidad, lo que le permitió dominar muy brevemente el marcador.
Sin embargo, al principio del segundo cuarto se atascó en ataque y Australia aprovechó el momento para conectar dos triples y con un contraataque sencillo convertido por Mills ponerse dos puntos por delante (26-24). Ya no volvió a mirar atrás.
El equipo de Hernández había dejado de funcionar, situación que aprovecharon dos veteranos como Mills y Joe Ingles para hurgar en la herida.
Además Scola cometió su tercera falta justo antes del descanso, al que Argentina se fue seis puntos por debajo, con solo 33 puntos.
Con este panorama la segunda parte comenzó con el mismo guion. La subcampeona del mundo tenía que sudar para anotar y los ‘Boomers’ manejaban con oficio ventajas que rondaban los diez puntos.
Gris durante todo el torneo, en medio de las dudas sobre su futuro en la NBA con los Oklahoma City Thunders, Gaby Deck parecía dar oxígeno a los suyos con dos triples.
Pero Argentina seguía depresiva, sin saber leer el partido, y Australia empezó el parcial decisivo con 12 puntos por delante.
En vez de buscar la manera de reaccionar la Albiceleste se hundió. Según se acercaba el descalabro, exhibía impotencia, como el duro golpe en la cara que Campazzo dio a Dante Exum en una acción que finalizó con un espectacular mate.
Ansiedad e histeria del lado argentina, oficio y acierto por los australianos, para ampliar la ventaja hasta más allá de los 30 puntos con jugadores poco habituales en la pista.
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