A finales de julio, coincidiendo con la festividad de San Ignacio, se tendrá otro de los momentos importantes en la celebración de los 500 años de conversión de Ignacio de Loyola. Ofrecemos a ustedes esta guía de oración como un modo de preparación para este aniversario.

Ciudad del Vaticano

En esta sexta oración el tema de reflexión es el Sueño de Dios para la casa común. Se nos invita a imaginar la mirada de Dios hacia esta tierra que Él nos ha dado como regalo para que todos podamos vivir dignamente.

El texto para hacer tu momento de oración lo puedes descargar aquí. También esta guía viene acompañada del video. A continuación, transcribimos un texto que nos puede inspirar la oración: todo está interconectado:

Porque la persona humana más crece, más madura y más se santifica a medida que entra en relación, cuando sale de sí misma para vivir en comunión con Dios, con los demás y con todas las criaturas. Así asume en su propia existencia ese dinamismo trinitario que Dios ha impreso en ella desde su creación. Todo está conectado, y eso nos invita a madurar una espiritualidad de la solidaridad global que brota del misterio de la Trinidad (Laudato si’ 240).

Te presentamos la oración con la que el Papa Francisco finaliza “Querida Amazonia” para que juntos oremos:

Madre de la vida,

en tu seno materno se fue formando Jesús,

que es el Señor de todo lo que existe.

Resucitado, Él te transformó con su luz

y te hizo reina de toda la creación.

Por eso te pedimos que reines, María,

en el corazón palpitante de la Amazonia.

Muéstrate como madre de todas las creaturas,

en la belleza de las flores, de los ríos,

del gran río que la atraviesa

y de todo lo que vibra en sus selvas.

Cuida con tu cariño esa explosión de hermosura.

Pide a Jesús que derrame todo su amor

en los hombres y en las mujeres que allí habitan,

para que sepan admirarla y cuidarla.

Haz nacer a tu hijo en sus corazones

para que Él brille en la Amazonia,

en sus pueblos y en sus culturas,

con la luz de su Palabra, con el consuelo de su amor,

con su mensaje de fraternidad y de justicia.

Que en cada Eucaristía

se eleve también tanta maravilla

para la gloria del Padre.

Madre, mira a los pobres de la Amazonia,

porque su hogar está siendo destruido

por intereses mezquinos.

¡Cuánto dolor y cuánta miseria,

cuánto abandono y cuánto atropello

en esta tierra bendita,

desbordante de vida!

Toca la sensibilidad de los poderosos

porque aunque sentimos que ya es tarde

nos llamas a salvar

lo que todavía vive.

Madre del corazón traspasado

que sufres en tus hijos ultrajados

y en la naturaleza herida,

reina tú en la Amazonia

junto con tu hijo.

Reina para que nadie más se sienta dueño

de la obra de Dios.

En ti confiamos, Madre de la vida

no nos abandones

en esta hora oscura.

Amén
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