La última vez que «Angela» se sentó en la mesa de la residencia de Wolfhard Molkentin, en el noreste de Alemania, fue en diciembre pasado, treinta y un años después de que su mentor la impulsara en la política. Christa, su esposa, sirvió café y porciones de tarta a la canciller, que había venido a Grammendorf para una visita amistosa a los que la apoyan desde sus inicios, al día siguiente de la reunificación.
Wolfhard Molkentin, exresponsable local de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), fue uno de los primeros en reconocer las cualidades de Angela Merkel, elegida diputada en 1990 en esta vasta circunscripción de tierras salvajes y ventosas, bordeadas por el mar Báltico.
“Permaneció tal y como era”, asegura este octogenario. “Una persona muy sencilla, estable y digna de confianza. Y lo sigue siendo”, continúa.
Alemania reunificada celebró sus primeras elecciones en diciembre de 1990. Hay que encontrar candidatos CDU para todas las regiones de la antigua RDA. Pero en la circunscripción 267 -que incluye la ciudad de Stralsund y la isla de Rügen- Molkentin no tiene a nadie.
Desamparado, se dirige al presidente de la recién creada federación regional de la CDU. “¡Merkel!”, le sopla su interlocutor. “¿Quién es Merkel?”, le responde.
En aquel momento, “la Merkel” era portavoz adjunta del último gobierno de la RDA, es decir, una persona completamente desconocida. Pero desde el primer encuentro con los militantes, “pensé: con ella, vamos a poder hacer algo”, afirma Molkentin.
Wolfhard Molkentin, exresponsable local de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y mentor político de la canciller alemana, Angela Merkel, habla con la AFP el 18 de septiembre de 2021 en su casa en Grammendorf© AFP John MacDougall
Finalmente fue elegida diputada con 48,5% de los votos y reelegida en siete ocasiones.
Dentro de unos días, la placa que indica la permanencia de “Angela Merkel, miembro del Bundestag alemán”, en una calle de la ciudad vieja de Stralsund, será descolgada.
Por primera vez en 31 años, la “mujer más poderosa del mundo” no postulará para ningún cargo el 26 de septiembre.
Schnaps
A dos pasos de una playa de arena blanca en la isla de Rügen, un antiguo pescador, Hans Joachim Bull, no olvidó su encuentro con Angela Merkel durante su primera campaña electoral.
Tenía 36 años, una falda larga, una sonrisa tímida y escuchaba con atención las quejas de los pescadores asfixiados por las cuotas europeas. “Nunca nos prometió que iba a mejorar. Pero nos dijo Me llevo tus problemas conmigo ”, recuerda este hombre de 64 años.
La discusión en una choza, hoy destruida, sigue siendo uno de los momentos fotografiados más famosos de la futura canciller, con sus mejillas color rosa debido al aguardiente de los pescadores.
“¡Se bebió cuatro o cinco!”, destaca Bull. “Nos dijimos que podíamos hablar con ella, era natural. Incluso siguió siéndolo cuando se convirtió en canciller”, añade.
Molkentin atestigua también de la fidelidad de Merkel, quien todos los años le envía tarjetas de cumpleaños y un ganso para Navidad.
También fue invitado a todas las investiduras de la canciller en el Bundestag, así como cuando recibió a George W. Bush en su región en 2006.
En el álbum de fotos, Christa señala una en la que su esposo está sentado en la mesa al lado del presidente estadounidense de aquel momento. “Incluso le prestaste tus anteojos, se había olvidado los suyos”, comenta.
El político de la CDU Georg Günther (c), en un acto de campaña en Putbus, Alemania, el 19 de septiembre de 2021© AFP John MacDougall
El martes, Angela Merkel debe efectuar un último viaje a su circunscripción, que frecuentó poco en los últimos años debido a una agenda saturada. Estará acompañada por el candidato conservador a la cancillería, Armin Laschet, y por el que quiere sucederle en sus tierras, Georg Günther.
El joven novicio sólo tenía tres años cuando fue elegida por primera vez. “Estoy orgulloso, es una buena herencia”, asegura este funcionario de impuestos. Y si la líder le dio algunos consejos sabios, él planea distanciarse de su mentora. “Es importante ser un poco independiente”, señala sonriente.