Atenas se despertó el miércoles con un humo espeso y el olor acre del incendio que se declaró el día anterior al norte de la capital griega, al pie del monte Parnés y que los bomberos esperaban controlar «en las próximas horas». Una docena de casas se incendiaron y decenas de comercios, tabernas y viviendas sufrieron daños importantes el martes por la tarde y durante la noche en Varympompi, a 30 kilómetros al noroeste de Atenas, según las primeras estimaciones de las autoridades.
El miércoles en la mañana, cuando el primer ministro Kyriakos Mitsotakis visitó Varympompi, el pueblo se encontraba desprovisto de sus habitantes, señaló un camarógrafo de AFP. Más de 300 personas habían sido evacuadas de esta localidad y de otras dos aldeas vecinas.
El miércoles por la mañana, “la situación ha mejorado y esperamos que el fuego esté controlado en las próximas horas”, anunció el servicio de prensa del servicio de bomberos.
Más de 500 bomberos con cinco helicópteros y decenas de bombarderos de agua seguían trabajando el miércoles por la mañana.
El incendio empezó el martes por la tarde, en medio de una ola de calor excepcional que atraviesa Grecia, con temperaturas localizadas que superan los 43 ºC.
Después del monte Penteli la semana pasada, fue el monte Parnés, la segunda de las tres colinas que bordean Atenas, que ardió el martes, esparciendo cenizas y humo sobre la capital griega.
Casi 200 caballos que se encontraban en los centros ecuestres de la zona han sido trasladados ilesos, según la Confederación de Equitación Griega.
La policía dijo que había ayudado a casi 70 personas que estaban varadas en sus hogares en comunidades rodeadas de llamas.
Varympompi se encuentra cerca del antiguo palacio real de Tatoi, desde donde se han resguardado obras preciosas por precaución.
Hasta el martes, Grecia se había enfrentado a casi 80 incendios, incluidos 40 aún activos, según el viceministro de Protección Civil, Nikos Hardalias.
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