Irán dijo el lunes que no había tomado «ninguna decisión» sobre si borrar o conservar las grabaciones de las cámaras de la ONU colocadas en algunas de sus instalaciones nucleares tras expirar un acuerdo provisional entre ambas partes. “No se ha tomado ninguna decisión sobre la eliminación de los datos” grabados por esas cámaras bajo el control de la República Islámica, dijo Said Khatibzadeh, el portavoz de Relaciones Exteriores, en una conferencia de prensa en Teherán.
En virtud de una ley aprobada en diciembre por el parlamento (en manos desde 2020 de los conservadores) y en contra de la opinión del gobierno moderado del presidente saliente Hasan Rohani, Irán restringió en febrero el acceso de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a algunas de sus instalaciones nucleares.
Desde entonces se niega a facilitar las imágenes en tiempo real de las cámaras y otros instrumentos de supervisión instalados por el organismo en esos lugares.
No obstante, el OIEA y Teherán negociaron un compromiso para garantizar un cierto grado de vigilancia del programa nuclear iraní, de manera que el equipamiento queda bajo la custodia del organismo pero los datos están en manos de Irán y no deben ser borrados mientras este acuerdo siga en vigor.
El acuerdo, inicialmente por tres meses, se prorrogó un mes más, pero expiró el 24 de junio.
El OIEA ha insistido en la “importancia vital” de ampliarlo pero la respuesta de Teherán tarda en llegar.
Levantamiento de las sanciones
“Insisto en que no se ha tomado ninguna decisión negativa o positiva en relación con las cámaras y el acuerdo previo con el organismo”, dijo Khatibzadeh el lunes.
Esta decisión es responsabilidad del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, del que no se sabe si celebró una reunión sobre el tema desde el 24 de junio.
La cuestión de las cámaras de vigilancia del OIEA forma parte de las conversaciones que se están llevando a cabo para intentar salvar el acuerdo nuclear internacional de Irán alcanzado en Viena en 2015.
El ministerio de Exteriores de Francia, país firmante de ese acuerdo, instó a Irán a “dar inmediatamente pleno acceso” al OIEA con tal de “asegurar su conocimiento de las actividades nucleares iraníes”.
El logo del OIEA, en Viena, Austria, el 23 de mayo de 2021© AFP/Archivos Alex Halada
El pacto de Viena ofrece a Teherán un alivio de las sanciones occidentales y de la ONU a cambio de su compromiso de no dotarse de armas atómicas y de reducir drásticamente su programa nuclear, sometido a las inspecciones más estrictas jamás establecidas por el OIEA.
Pero el acuerdo de Viena se vio muy tocado en 2018 por la decisión del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirarse de él y restablecer las sanciones estadounidenses que el texto había levantado.
En represalia, Irán abandonó la mayoría de sus compromisos para restringir sus controvertidas actividades nucleares.
Con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero, se reanudaron discusiones en Viena que siguen en curso y pretenden reintegrar a Estados Unidos en el acuerdo.
La solución prevista pasa por la suspensión de las sanciones estadounidenses, que Teherán exige que se levanten a cambio de que Irán vuelva a cumplir estrictamente sus compromisos.
Irán se ha comprometido a transmitir al OIEA los datos registrados por sus cámaras una vez que se hayan levantado las sanciones estadounidenses. En caso contrario, los datos serán destruidos.