La selección española masculina de waterpolo perdió 10-9 contra Serbia en semifinales del torneo olímpico Tokio-2020 y tendrá que jugar por la medalla de bronce contra Hungría el domingo. España se queda sin tercera final olímpica en este deporte, después de la perdida en Barcelona-1992 contra Italia y la ganada cuatro años más tarde en Atlanta contra Croacia, en ambas con el equipo que lideraba el legendario Manel Estiarte.
Serbia, por su parte, disputará la final contra Grecia, que en la primera semifinal derrotó a los húngaros por 9-6, y tendrá así la ocasión de revalidar su título olímpico logrado en Rio-2016.
El encuentro comenzó con ambos porteros brillando, Brasislav Mitrovic por los serbios y Daniel López Pinedo por los españoles, por lo que el marcador no se movió hasta pasados dos minutos, cuando Filip Filipovic lo abrió y Adrija Prlainovic anotó el 2-0 para los balcánicos, resultado con el que acabó el primer cuarto.
España reaccionó y anotó cuatro goles seguidos para darle la vuelta al marcador (2-4) en unos minutos de gran defensa, que impidió a los serbios anotar durante casi seis minutos.
Los españoles lograron mantener la diferencia de dos goles a favor al término del tercer periodo, en buena parte gracias a las paradas de López Pinedo (8), llegando al periodo decisivo con el marcador favorable de 5-7.
Los balcánicos aprovechaban cada ocasión que estaban en superioridad numérica, por faltas de los defensores españoles, para mantenerse vivos en el partido e igualar el marcador (8-8) a falta de 2:20 con un disparo de Stefan Mitrovic.
Roger Tahull volvió a adelantar a los españoles con un tanto desde el puesto de boya dentro ya de los dos últimos minutos de partido, pero Dusan Mancic volvió empatar el encuentro 9-9, resultado con el que se entró en el último minuto.
Exclusiones decisivas
En el ataque siguiente, Álvaro Granados estrelló su disparo en el larguero y Filipovic lo aprovechó para volver a poner por delante a los serbios a falta de 26 segundos, tiempo insuficiente para que España forzase al menos en empate.
“Es una derrota muy dura. Creo que jugamos muy bien durante tres cuartos, pero no sé qué pasó (en el último). No es la primera vez que nos sucede algo así”, lamentó el jugador español Miguel de Toro.
“Tenemos que seguir adelante, seguir empujando y trabajando porque no existe otra manera de competir”, añadió en zona mixta.
Por su parte, el capitán Felipe Perrone, reconoció que “siempre es difícil batir a los serbios en este tipo de partidos de tantos nervios”.
“En algunos momentos jugamos muy bien, pero es muy difícil jugar contra ellos cuando sufrimos tantas exclusiones. Cuantas más exclusiones, mejor para Serbia”, añadió.