La consagración de la Seleçao liderada por Dani Alves y Richarlison, con su victoria 2-1 ante España en prórroga, corona unos Juegos Olímpicos de ensueño para Brasil en Tokio-2020, donde sumó 7 oros, 6 platas y 8 bronces para un total de 21 preseas, registro superior al logrado en sus Juegos de Rio-2016. El deporte rey en el gigante sudamericano regaló una de las mayores alegrías para su pueblo, que había sufrido durante largos años para poder completar su lista de títulos con la dorada en Rio de la mano de Neymar y compañía. Tenía dos platas, dos bronces y no llegaba el oro.
Cinco Copas del Mundo, cinco Mundiales Sub-20, cuatro Sub-17 y ahora dos medallas de oro en dos Juegos, la última ganada de la mano de la ya leyenda viva Dani Alves, de 38 años.
“Simplemente ser olímpico es increíble, pero subir a lo alto del podio lo máximo. Tuvimos que pelear muy duro para poner la medalla de oro en nuestros pechos”, dijo el lateral del Sao Paulo con pasado en Barcelona y Juventus.
El once dirigido por André Jardine tuvo un recorrido de campeón de inicio a fin, con una plantilla con algunas perlas estelares como Richarlison, máximo goleador del torneo.
Un premio extra para el atacante del Everton, quien viajó al Lejano Oriente apenas 12 días después de perder la final de Copa América en el Maracaná ante la Argentina de Leo Messi, en lo que resultó un duro golpe por ser de local y ante el clásico rival.
-Desafío de Ney a Richarlison-
“Neymar, ¿lo vés? Me dijiste que tomara el número 10, lo hice, y ahora tengo una medalla de oro. ¡Ahora vas a tener que aguantarme!”, le respondió Richarlison al hombre del PSG, quien le había lanzado ese desafío previo al inicio de Tokio-2020 para ver si podía lograr lo que el exjugador del Barça había concretado en Rio.
La Seleçao olímpica, seguramente, alimentará a la ‘Canarinha’ de Tite en el futuro, al exhibir nombres como el máximo artillero del ciclo olímpico, Matheus Cunha –autor de un gol en la final contra los españoles–, el volante central Douglas Luiz o el lateral izquierdo Guilherme Arana, todos con chapa para subir si les dan oportunidad, avalados por lo que hicieron a lo largo del certamen.
En primera fase, la Auriverde debutó con una goleada 4-2 ante Alemania, con un triplete de Richarlison que lucía como nadie la camiseta ‘10’ que usaron Pelé, Neymar y Ronaldinho.
Pero el equipo también mostró que podía ponerse el mono para trabajar, cuando jugó 80 minutos con un hombre menos y aguantó el 0-0 contra la potente y física Costa de Marfil. Cerró ganando su grupo con triunfo claro 3-1 ante Arabia Saudita, para luego imponerse sin ningún sobresalto ante el campeón africano Egipto (1-0) en cuartos de final.
En semis le llegó México, en reedición de la final amarga para ‘Ney’ de Londres-2012, y fue victoria 4-1 en los penales tras 0-0. Allí se consagró otro de los pilares de un equipo, el arquero Santos, quien dio la cara y puso las manos para empujar a su equipo a la final.
“Santos es un portero de primer nivel en selección absoluta. Por eso lo traje, lo conozco desde hace tiempo y es una garantía”, explicaba Jardine, en otro de sus aciertos a la hora de conformar la plantilla con tres refuerzos mayores. El otro fue Diego Carlos, el defensa del Sevilla que terminó siendo un león en la zaga.
Malcom y la suerte del campeón
La final era ante el rival más prestigioso del torneo, un ya campeón como España con una plantilla de lujo, con seis jugadores que habían disputado la Eurocopa-2020 hasta semis y refuerzos de calidad como el madridista Marco Asensio en primera línea. Y allí tuvo “la suerte del campeón”, como suelen creer muchos hinchas.
En una prolongación disputadísima, apareció para romper la paridad Malcom, expunta del Barça, que milita actualmente en el Zenit San Petersburgo.
El atacante se había caído de la lista de Jardine para Tokio-2020 porque su club no lo liberaba. Pero ante la lesión de Douglas Augusto, la Confederación Brasileña (CBF) volvió a insistir y Malcom voló a Japón cuando su selección ya estaba en las horas previas al debut. Ingresó desde el banquillo en la final y metió el gol del oro (108).
“Brasil mereció el oro. Quiero agradecer a todos por el esfuerzo. Insistieron por mí y lo único que puedo hacer es agradecer el apoyo. Nuestro pueblo lo merece, nosotros también”, comentó Malcom, quien gritó su primer gol con la Sub-23 en diez apariciones.