Un enorme incendio que afectó a grandes áreas del macizo forestal de Troodos en Chipre y dejó cuatro muertos está «totalmente bajo control», anunciaron este lunes las autoridades tras dos días luchando contra el peor fuego en décadas en esta isla. El fuego comenzó el sábado por la tarde en la localidad de Arakapas cerca de Limassol (sur) y, atizado por el calor canicular y el viento, se propagó a otros ocho municipios, señaló este departamento.
Las llamas están “totalmente bajo control” pero, vista la magnitud del incendio, se va a mantener una importante presencia de bomberos en el sector ante un eventual rebrote del fuego, indicó la misma fuente.
Cuatro trabajadores egipcios murieron calcinados por las llamas cuando trataban de huir del pueblo de Odos, una veintena de kilómetros al norte del origen de las llamas. Decenas de casas y propiedades privadas quedaron destruidas.
La policía detuvo a un hombre de 67 años sospechoso de haber provocado involuntariamente el incendio cerca de Arakapas. Un testigo lo habría visto abandonar la zona en su vehículo justo cuando se desató el incendio, indicó la policía.
Ante la virulencia del incendio, las autoridades chipriotas solicitaron ayuda a países europeos y de Israel.
Aviones hidrantes del Estado hebreo y de Grecia, así como militares británicos apostados en las dos bases del Reino Unido en la isla, participaron en la extinción de las llamas.
‘Un infierno’
El fuego devoró el flanco meridional del macizo de Troodos, principal pulmón verde de este pequeño país de la Unión Europea (UE) ubicado en el sureste del mar Mediterráneo.
Un bombero lucha contra las llamas del incendio forestal de Chipre en las laderas del monte Troodos, durante la noche del 3 de julio de 2021© AFP/Archivos Georgio Papapetrou
Los incendios son habituales en esta isla durante el periodo estival, marcada por sequías y altas temperaturas que, en los últimos años, se han agravado a causa del cambio climático.
Las llamas dejaron un paisaje de devastación: árboles calcinados, cenizas en el suelo y campos de olivos convertidos en esqueletos calcinados y todavía humeantes.
En las afueras del pueblo de Ora, cerca del origen del fuego, una granja con 50.000 pollos fue arrasada por las llamas, según empleados que viven frente a la explotación.
En el centro de gestión de la crisis en el municipio de Vavatsinia, el presidente chipriota, Nikos Anastasiades, habló de una “tragedia” y prometió una investigación profunda.
Según afirmó el día anterior en Twitter, fue el incendio “más vasto” en la isla “desde 1974”.
Chipre© AFP
“Fue una pesadilla, un infierno. Los llamas rodeaban el pueblo”, dijo Akis Giorgiou, de 45 años, que se quedó en su casa en Arakapas pese al fuego.
‘Marchad, marchad, marchad’
Las autoridades informaron de que ya empezó la evaluación de los daños en casas y propiedades afectadas para cuantificar las indemnizaciones.
En Arakapas, los habitantes volvieron a sus hogares para hacer balance de los desperfectos.
“He llorado todo el camino hacia aquí viendo los paisajes”, explicó Andria, de 30 años, originaria del lugar. “Tuve mucho miedo y todavía estoy conmocionada”, afirmó.
También en el pueblo de Ora seguían impactados. “Todo se volvió negro, no se podía respirar. El alcalde nos dijo: marchad, marchad, marchad ”, recordaba entre sollozos Elpida Papastylianou.
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