Las miles de fotos que el fotógrafo «César» sacó secretamente de Siria, que muestran reclusos muertos en centros de detención, revelaron al mundo en 2014 la magnitud de los crímenes atribuidos al régimen de Bashar al Asad.
Este expediente es el centro del juicio en curso en Alemania por crímenes contra la humanidad en Siria, que culminó el miércoles con una condena histórica, la primera de su tipo, de un exmiembro de los servicios de inteligencia sirios.
Esas fotos de víctimas de flagelaciones, estrangulamientos, electrocuciones o hambre sirvieron para diversos procedimientos judiciales en Europa y dieron su nombre a una serie de sanciones económicas estadounidense.
“César” es el seudónimo de un exfotógrafo del servicio de documentación de la policía militar siria, que desertó.
Puso en peligro su vida al filtrar 53.275 fotos que muestran a 6.786 detenidos muertos, entre ellos una sola mujer, en los centros de detención sirios.
Estas fotos fueron tomadas por el mismo “César” entre mayo de 2011 y agosto de 2013 antes de que pudiera sacarlas de Siria.
Horrorizado
Horrorizado por las miles de fotos que había tomado, contactó a la oposición que, tras pedirle que recogiera el mayor número posible de imágenes, organizó su salida de Siria.
Los cadáveres llevan números inscritos a menudo en la misma piel, algunos están sin ojos, la mayoría desnudos o en ropa interior.
El abogado sirio Ibrahim al-Kasem observa una foto durante una entrevista con la AFP en Berlín, el 3 de julio de 2020© AFP/Archivos Tobias Schwarz
En 2014, el mundo descubrió con estupor esas fotografías espantosas, principalmente por un informe de tres antiguos fiscales internacionales.
Esas fotos luego dieron su nombre a la “ley César” en Estados Unidos que prevé sanciones económicas contra Siria.
A mediados de junio de 2020 entró en vigor un nuevo conjunto de sanciones en el marco de esta ley, dirigidas contra numerosos miembros de la familia y del entorno del presidente sirio, entre ellos su esposa Asma al Asad.
En el plano judicial, esas imágenes fueron presentadas por primera vez el año pasado ante el tribunal de Coblenza en Alemania.
Pruebas materiales
Fueron analizadas ante la Corte por un médico forense, el profesor Markus Rotschild, y consideradas como pruebas materiales contra el régimen de Siria.
La presidenta de la Corte de Coblenza, en Alemania, Anne Kerber, el 24 de febrero de 2021© POOL/AFP Thomas Frey
“Permítanme hacer una observación personal. No olvidaré estas fotos”, dijo conmovida la presidenta de la Corte de Coblenza, Anne Kerber, al pronunciar el veredicto del miércoles.
Esas fotos también dieron lugar a denuncias interpuestas en Francia y Alemana contra altos dirigentes sirios.
Como resultado, en 2018 Francia y Alemania emitieron órdenes de arresto internacionales contra altos dirigentes del régimen, entre ellos el exdirector del servicio de inteligencia de la Fuerza Aérea, Jamil Hasan, la rama más temida del aparato de seguridad sirio.
Desde que logró escapar de Siria, “César” y su amigo “Sami”, que lo ayudó a sacar esas fotos, viven en el anonimato.
“Tratamos de protegerlo, debe cambiar regularmente de residencia, es muy duro para él y su familia”, explicó a la AFP el abogado sirio Ibrahim al Kasem, instalado en Berlín, donde gestiona estas fotos y asegura el contacto con las familias de desaparecidos cuando creen reconocer a un familiar en estas imágenes.
el abogado sirio Ibrahim al Kasem, instalado en Berlín, Alemania, el 3 de julio de 2020© AFP/Archivos Tobias Schwarz
Una primera vez, “César” apareció en público, pero oculto tras una capucha, para una audición de incógnito en el Congreso estadounidense en 2014. Volvió a comparecer en 2020 ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado.
Por su parte, “Sami” fue escuchado por la policía alemana en el marco de la investigación que condujo al proceso en Coblenza contra dos antiguos agentes de inteligencia sirio.