Internacional Un funcionario camina cerca de la puerta del complejo penal N2, donde el crítico del Kremlin Alexéi Navalni ha sido trasladado para cumplir una condena de dos años y medio de prisión, en Pokrov, el 1 de marzo de 2021© AFP Dimitar Dilkoff

El opositor ruso Alexéi Navalni, quien cumple una condena de dos años y medio en una colonia penitenciaria, comparó este lunes su vida cotidiana como detenido con la de un Stormtrooper, los soldados imperiales de la saga Star Wars.

En una publicación en Instagram, el opositor de 44 años describe su rutina matutina, que comienza a las 06H00 con ejercicios.
“Pero antes del ejercicio, escuchamos el himno nacional”, continúa.
“Imagínense, el área alrededor del cuartel, la nieve, hombres con vestimenta de prisionero, con botas y sombreros de piel, parados en medio de la oscuridad, con las manos por detrás de la espalda, y un altavoz en un poste resuena: ‘Sea gloriosa, nuestra libre Patria’. Una verdadera delicia”, describe el opositor.
Después es el momento de ejercicio de marcha que “todos en mi destacamento llamamos ‘El Imperio Contraataca’”
“En este instante, imagino que estoy rodando la ‘remake’ rusa de Star Wars donde, en vez de soldados de asalto imperiales, hay condenados con mochilas y ushankas”, gorros de piel típicos rusos con una parte plegable sobre las orejas.

Ésta es la segunda vez que el opositor publica un mensaje desde su llegada a la colonia penal número 2 de Pokrov, a 100 km de Moscú, donde debe cumplir su pena. La semana pasada, en la primera, comparó el lugar de detención con un “campo de concentración”.
Navalni fue detenido a su regreso a Rusia en enero, tras varios meses de convalecencia en Alemania, donde se recuperaba de un envenenamiento del que acusa al Kremlin.
Condenado a dos años y medio de prisión por un asunto de fraude que data de 2014 y que él denuncia como político, es objeto de otros procesos legales.
Este lunes más temprano, la justicia rusa rechazó la demanda del opositor que acusa a los investigadores de “inacción”, puesto que se negaron a abrir una investigación respecto a su envenenamiento.